El acuerdo con China se posterga hasta noviembre

Así lo informó el ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Exterior y Culto de la Nación. La postergación se orienta a la incorporación de un artículo a fin de asegurar “el respeto de las leyes de protección ambiental, los recursos naturales y la bioseguridad”. El ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Exterior y Culto de la Nación a cargo de Felipe Solá informó desde su cuenta de Twitter que la firma del memorándum de Entendimiento con China programado para firmarse el día martes 1 de septiembre finalmente será postergado

 

“Hemos incorporado especialmente al Memorándum de Entendimiento con China un artículo donde se asegura el respeto de las leyes de protección ambiental, los recursos naturales y la bioseguridad. Por eso, su firma se atrasará hasta noviembre”, se informó desde las redes sociales de la Cancillería.

La decisión parece tomar nota de las sostenidas críticas que distintas agrupaciones y sectores orientados a la protección del medioambiente y los derechos de los animales aglutinaron en el hashtag #bastadefalsassoluciones.

No obstante, en el día de hoy de momento permanece vigente la convocatoria “contra la explotación animal en repudio al acuerdo de las granjas industriales de cerdos”. En el caso de la ciudad de Buenos Aires, la misma será desde las 17:00 en 9 de julio y avenida de Mayo con la intención de marchar desde las 18:00 hasta plaza de mayo.

 

El acuerdo

Si bien el pleno del documento, así como este artículo incorporado en las últimas horas no han sido oficializados, lo cierto es que los principales ejes del memorándum de entendimiento con China son los siguientes:

El acuerdo para impulsar el crecimiento del sector porcino y exportar al país asiático prevé inversiones por casi US $3.800 millones durante los próximos cuatro años, y apunta a incrementar en 882.000 toneladas la producción de carne y a generar exportaciones por US $2.500.

Esto posibilitará el incremento en el stock de madres de 300.000 cabezas en un plazo de 4 años (60.000 el primer año y 80.000 los siguientes), el cual “se adecua al cumplimento de las exigencias ambientales vigentes y a garantiza la supervisión del estatus sanitario de los establecimientos de producción”, remarcó el informe.

El esquema de incremento de la producción se planteó sobre la base del desarrollo de 25 unidades integradas de 12.000 madres cada una que requerirá una inversión de US$ 151 millones por cada una.

Así, se prevé producir 882.000 toneladas de carne adicionales que tendrán como destino el mercado chino por US$ 2.500 millones; también se generarán 9.500 nuevos puestos de trabajo y un procesamiento de granos para consumo animal de 3,6 millones de toneladas.

Bajo este panorama, el documento remarcó que “en términos financieros, la tasa de retorno esperada es del 21,3% y 7 años de plazo de repago de la inversión”.

 

Las críticas

Según recopila la Fundación Ambiente y Recursos Naturales la carne porcina es la más consumida a nivel mundial, y China representa casi la mitad de ese consumo. En 2019, el país asiático sufrió un brote de peste porcina africana (PPA) que obligó a sacrificar más de 1 millón de cerdos. El brote hace que Argentina emerja como actor fundamental para China en la provisión de esta carne.

Lograr esas 900.000 toneladas de carne porcina implicaría incrementar el stock de animales en casi 10 millones; adicionar más de 2.200.000 toneladas de maíz y unas 750.000 toneladas de soja para la alimentación del ganado; duplicaría las emisiones de GEI del sector porcino, y demandaría unos 12.000 millones de litros de agua potable a lo largo de toda la producción, sin contabilizar el agua para la limpieza.

En esta línea se resalta que el proyecto de Acuerdo no contempla estudios previos que permitan medir el riesgo del impacto, establecer una línea de base ambiental, y/o dar participación a la ciudadanía y las comunidades locales.

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