Sin turismo internacional por el cierre de fronteras, Uruguay podría perder hasta el 3% de su PBI

En 2019, el turismo generó el 7,2% de los puestos de trabajo e ingresos para el país superiores a los 1.750 millones de dólares

 

 

Con las fronteras cerradas por la pandemia de coronavirus, Uruguay tiene en jaque a un sector clave en el aporte de divisas, pero por sobre todas las cosas, de generación de empleo. El turismo en el 2018 explicó el 8,4% de la economía uruguaya y en 2019 redujo su peso relativo pero así y todo generó el 7,2% del empleo del país vecino.

Para destinos internacionales como Punta del Este, Piriápolis y la costa de Rocha, el golpe de sostener las fronteras cerradas será más duro porque, al igual que cierto circuito de Montevideo, trabajan para un público con un poder adquisitivo que difícilmente pueda ser compensado con turismo interno.

Por eso desde el gobierno de Lacalle Pou ahora apuntan a comenzar a mover el sector con turismo europeo, el cual tradicionalmente representa menos del 5% del total de los viajeros que los recibe, pero que deja una media de más de 610 dólares por persona en el país, no tanto como los paraguayos (más de 1050 dólares), pero un poco más que los argentinos y brasileños en el último año (569 y 595 dólares, respectivamente). A partir de septiembre, se reanudan los puentes aéreos con el viejo continente.

El empleo venía creciendo de la mano del mayor movimiento de cruceros, que por la pandemia quedaron truncos. En total son unos 130 mil trabajadores, en su mayoría gastronómicos, pero también hoteleros e inmobiliarios que viven del movimiento turístico interno y sobre todo del receptivo. Las estadísticas del Ministerio de Turismo muestran que en el primer trimestre de este año, la actividad mostró una caída del 13% anual por el impacto de la pandemia, incluso antes de que se cerraran las fronteras, medida que se concretó el 17 de marzo con la Argentina y el 20 de ese mes con el resto del mundo.

El turismo receptivo significa para Uruguay el ingreso de más de 1.750 millones de dólares por año. En 2019 fueron 1.754 millones, un 18,8% menos que en 2018 y un 25,1% menos que en 2017, cuando el peso argentino estaba apreciado y el turismo de extranjeros dejó en el país vecino 2.344 millones de dólares.

Los 1.754 millones de dólares de 2019  equivalieron al 2,9% del PBI, gracias a la visita de 3,2 millones de turistas que dejaron en promedio 544,6 dólares en el país y que movilizaron fuertemente la actividad.

Como el país con el PBI per cápita más alto del Cono Sur, los uruguayos destinaron unos 1.586 millones de dólares al turismo interno y otros 1.200 millones al turismo emisivo, 14,4% más que en 2018 ( de los cuales casi 560 millones de dólares en viajes a la Argentina, su principal destino). Por ende, incluso si las políticas de promoción del turismo interno lanzadas en el mes de junio lograran movilizar hacia el turismo interno todos los recursos habitualmente destinados a viajar al exterior, seguirían teniendo una caída del orden del 0,9% del PBI (uno 554 millones de dólares en sus ingresos netos). En cambio, si no se genera ese trasvasamiento de la demanda, la caída podría alcanzar los 3 puntos del PBI.

En algunos destinos del Este uruguayo y en los circuitos de Montevideo asociados a los cruceros, el impacto será mayor, no solo porque en el Este el turismo representa un mayor porcentaje del empleo (8,8%), sino porque la propuesta supera el presupuesto de las familias. De forma estándar, el verano esteño tiene precios superan entre un 30% y un 100% el de los servicios y bienes de consumo respecto del resto del país.

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