La gobernadora bonaerense ratificó su posición sociopolítica en un almuerzo del Rotary Club, donde se preguntó para qué “llenar la provincia de universidades públicas”
A lo largo de un discurso que la posicionó más cerca de un sketch de Peter Capusotto que de una dirigente que gobierna para casi 17 millones de bonaerenses, la gobernadora María Eugenia Vidal se preguntó en el recoleto hotel Sheraton, en el marco de un almuerzo del Rotary Club si es justo “llenar la provincia de universidades públicas cuando todos sabemos que nadie que nace en la pobreza llega a la universidad”.
Entre aplausos y sonrisas de complicidad con el comentario excluyente, la probable suplente de Mauricio Macri si las cosas fallan en 2019 se hizo otra pregunta en un sentido similar: “¿Es justo que la mayor parte de los docentes vayan todos los días a enseñar y que una minoría se lleve 19 mil millones en licencias y abusos?”.
Pese a que todos la miran como la sucesora de un Macri cada día más en declive, la mandataria bonaerense afirmó que “Mauricio va a reelegir y todos vamos a trabajar para que así sea”. Además, aseveró que ella llegó a regir los destinos provinciales para, entre otras cosas, “romper con la lógica de que el gobernador es candidato a presidente”.
Hábil declarante a la hora de endulzar los oídos de la platea conservadora, Vidal dio una vuelta de tuerca a la campaña electoral que llevó adelante Cambiemos basada en promesas que hasta ahora nunca se cumplieron y afirmó que “es probable que la provincia todavía esté muy lejos de la provincia de la esperanza del 2015 y que el país esté muy lejos del país de la esperanza del 2015”, como una forma de darle forma sólida al discurso del ajuste perpetuo.
Además, aprovechó para ratificar la decisión de Macri de vetar la ley que retrotrae los precios de las tarifas a fines de 2017. “Cuando el Presidente vete la ley, nada va a cambiar para los argentinos en ese esfuerzo enorme que tienen que hacer para pagar las tarifas”. Es decir que millones van a tener que seguir eligiendo entre abrir la heladera o bañarse con agua caliente.
