Británicos rechazaron abandonar el sistema métrico decimal

Casi 99% de los participantes de una encuesta votaron negativamente a la idea de volver a las antiguas medidas en libras, onzas, arrobas y galones

 

 

El Gobierno británico abandonó su idea de reforzar el Brexit volviendo al sistema de pesos y medidas  imperial, con libras, onzas, stones, arrobas y galones, luego de que un 98,7% de los encuestados en una consulta pública rechazara esa posibilidad.

El Ejecutivo británico encabezado por Rishi Sunak reconoció que el cambio habría generado “confusión a los consumidores, un aumento de costos y supondría un obstáculo al comercio internacional”.

Al respecto, un 81,1% de quienes fueron consultados pidieron mantener el sistema actual, que obliga a rotular productos y materiales en medidas métricas, con la posibilidad de añadir el equivalente en el sistema imperial en letra chica; mientras que un 17,6% preferiría eliminar directamente esa segunda opción y dejar únicamente las medidas en kilos o litros. Apenas un 1,3% votó por recuperar las medidas imperiales como unidades principales.

Por contrapartida, el gobierno anunció que permitirá embotellar vino y cava en botellas de una pinta (568 mililitros) para todas aquellas empresas que no estén contentas con las medidas estándar actuales de 500 ml y 750 ml. Un “homenaje a Winston Churchill”, el histórico primer ministro que afirmó que “era la medida perfecta para beber champán, dos pintas en la comida y una en la cena”.

 

Decimales

No obstante, es poco probable que las empresas lo hagan debido a los costos extra que conllevaría el comprar nuevas máquinas y botellas para producir una medida que no es aceptada fuera del país.

La nostalgia por las antiguas medidas es parte del rechazo a la “europeización” que impulsó el Brexit. El Reino Unido adoptó el sistema métrico internacional en 1995 como parte de la creación de la Unión Europea, aunque ya había dado pasos para enseñarlo en las escuelas desde 1970. En aquella década se había puesto en marcha la ‘decimalización’, cuando también modificó su complejísimo sistema monetario (12 peniques eran un chelín y 20 chelines hacían una libra) para simplificarlo pasando a tener solo 100 peniques como céntimos de una libra.

A principios de la década de los 2000, varios dueños de pequeñas tiendas protestaron por haber recibido multas por pesar frutas y verduras en libras en vez de hacerlo en kilos y formaron los “mártires métricos”, un pequeño grupo de presión que fue aupado por la prensa euroescéptica. El ex primer ministro Boris Johnson, uno de los líderes clave del Brexit, explicó que la salida de la UE les permitiría recuperar las “libertades antiguas” de pesar en unidades imperiales. Pero la población moderna parece haber pasado página hace ya tiempo.

Related posts