El expresidente ingresó a la sede de la fuerza en Brasilia poco antes del mediodía. Según sus abogados, deberá permanecer en silencio al considerar que rechaza ser investigado por el Supremo Tribunal Federal (STF) y no por un juez de primera instancia
El expresidente Jair Bolsonaro ingresó poco antes del mediodía a la sede de la Policía Federal de Brasilia para ser interrogado en calidad de investigado en el escándalo del supuesto contrabando y desvío de joyas recibidas por la presidencia de Brasil que fueron tomadas como bienes personales por el exmandatario.
Según sus abogados, Bolsonaro deberá permanecer en silencio al considerar que rechaza ser investigado por el Supremo Tribunal Federal (STF) y no por un juez de primera instancia.
El caso es investigado por el STF y además de Bolsonaro, declaran al mismo tiempo otras seis personas, entre ellas dos de sus abogados y la exprimera dama Michelle Firmo, líder de la rama femenina del Partido Liberal.
El ultraderechista se encuentra bajo una serie de problemas con la Justicia que involucran también investigaciones por participar de intentos de cometer fraude electoral en los comicios del año pasado en los que perdió su reelección ante el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
La causa alcanza también al exedecán de Bolsonaro Mauro Cid, un teniente coronel preso desde el 3 de mayo que el miércoles declaró por varias horas ante la Policía Federal sobre el caso de las joyas.
La semana pasada Bolsonaro dijo que no pretendía salir del país al comentar la posibilidad de ser detenido o demorado por este escándalo.
Las joyas recibidas por la presidencia forman parte del archivo histórico de Brasil pero el jefe del Estado las tomó para sí, según la investigación.
Abogados del exmandatario y Cid participaron de maniobras para vender las joyas recibidas de parte de Báhrein y Arabia Saudita en casas de empeño en Estados Unidos.
