Juntos por el Cambio y el Frente de Todos no terminan de definir una postura al interior de sus propios espacios. La semana próxima empezará la discusión entre los legisladores de la comisión de Legislación General
El debate de la Ley de Alquileres está empantanado en la Cámara de Diputados. El Frente de Todos y Juntos por el Cambio no terminan de unificar una postura al interior de sus propios espacios, lo que genera fuertes dificultades para arribar a un proyecto de consenso que atienda los diferentes reclamos que quedaron expuestos durante las cuatro reuniones informativas.
La discusión entre los legisladores estaba prevista para esta semana, así como también la firma del dictamen, sin embargo eso se fue posponiendo a medida que surgieron los primeros intercambios dentro del interbloque opositor y de la bancada oficialista. Los más de 140 expositores que pasaron por la comisión de Legislación General, que conduce Cecilia Moreau, lejos de facilitar las negociaciones, profundizaron las diferencias, debido a que varios plantearon directamente que no hay que cambiar la norma vigente.
Aun cuando en Juntos por el Cambio se inclinan por volver a los contratos de 2 años y las actualizaciones semestrales, como piden los representantes de los propietarios; algunos plantean ciertas dudas sobre esa postura. Una de las razones que esgrimen desde ese sector es que los inquilinos también son parte de su electorado y muchos de ellos están planteando que no están de acuerdo con que se modifiquen esos dos puntos.
Las discrepancias opositoras llegaron al despacho del jefe del bloque oficialista, Germán Martínez. Allí se reunieron esta semana las autoridades de la comisión de Legislación General y desde Juntos por el Cambio le transmitieron al diputado santafecino que por ahora no tienen una postura unificada sobre la Ley de Alquileres. Tampoco la tiene el Frente de Todos, donde los desacuerdos son todavía más marcados.
En el oficialismo, algunos son partidarios de dejar la ley tal cual está, al menos por el momento. Los que más abogan por mantener la duración del contrato actual (3 años) y las actualizaciones anuales son los diputados kirchneristas. Por el contrario, los legisladores más cercanos al presidente de la Cámara baja, Sergio Massa, y a la Casa Rosada sostienen que sí o sí hay que modificar la norma.
“Como bloque aún no hay una posición unificada”, afirmó uno de los legisladores oficialistas que integra la comisión de Legislación General.
A esta altura, desde ninguna fuerza política se animan a arriesgar cuándo se redactará un borrador, mucho menos una fecha para la firma del dictamen. Lo único seguro es que el debate continuará la semana próxima. En Juntos por el Cambio dan casi como un hecho que habrá más de un proyecto, ya que no será posible consensuar una iniciativa entre los diferentes espacios, como se habían comprometido semanas atrás.
En el Frente de Todos son aún más pesimistas. “El dictamen no se va a firmar nunca. Va a quedar en la nada”, dijo a este diario un diputado oficialista que participa del debate. También responsabilizan a la alianza opositora de haber forzado una discusión que “ni siquiera la tienen saldada” adentro de la coalición.
