En marzo, la actividad económica sufrió un desplome, aunque durante los primeros meses de cuarentena el PBI argentino cayó menos que el de otros países
Esta tarde, el Indec difundirá la variación del nivel del Producto Bruto Interno (PBI) durante el segundo trimestre del año, y se espera ver el fuerte efecto que tuvo en la economía la pandemia de coronavirus. Según estimaciones, el hundimiento fue de 16,5%.
De acuerdo a los datos surgidos del Estimador Mensual de la Actividad Económica (Emae), que reúne varios de los componentes del PBI, el retroceso acumulado hasta junio en ese indicador fue de 12,9% a lo largo del primer semestre.
En base a lo publicado por el Emae, la caída en el segundo trimestre sería de alrededor de 16,5% al comparar con los primeros tres meses del año. Las consecuencias de la cuarentena más larga del mundo fueron importantes para la economía local, aunque en la comparación con el resto de la región no se ven grandes diferencias, aunque eso podría cambiar junto con la dinámica de la actividad económica.
El Emae registró bajas del 1,9 % en enero y 2,4% en febrero, cuando aún el Covid-19 no había llegado al país, y en marzo se hundió a 11,5%, cuando comenzó la cuarentena en su etapa más estricta, implementada por el presidente Alberto Fernández desde el 19 de marzo.
En el segundo trimestre del año, las bajas interanuales fueron del 26% en abril; 20,5% en mayo y 12,3% en junio, para cerrar el primer semestre del año con un retroceso acumulado del 12,9%.
La semana pasada, en ocasión de presentar el proyecto de Ley de Presupuesto para el 2021, el ministro Martín Guzmán estimó una caída del 12,1% del PBI para el 2020, el nivel más importante en la historia del país, al superar el derrumbe de 10,9% registrado en 2002, tras la salida de la convertibilidad.
Entre febrero y junio, según el Emae, la actividad económica local se desplomó 12,9%. En términos de salarios reales, eso generó una contracción de 4,4%, también según los datos oficiales. Además significó una destrucción de 292.000 puestos de trabajo formales.
Aun así, el PBI argentino cayó menos que en otros países, gracias al rápido rebote por el lado de la oferta, pero el bajo nivel de consumo generado por la baja de los salarios y la pérdida de empleos parece estar obligando a avanzar con el freno de mano puesto en el segundo semestre.
