Los lazos de la familia Piñera con Pinochet detrás de la defensa del gobierno a las AFP

El hermano del presidente rechazo públicamente el avance sobre los fondos privados. Su familia estuvo en el origen del sistema

 

 

La histórica aprobación en la Cámara de Diputados al proyecto de reforma de las AFP no sólo constituye una dura derrota del gobierno de Sebastián Piñera sino que interpela directamente a toda la familia presidencial, partícipe fundamental de la creación de este pilar del modelo económico chileno.

Mientras que el actual presidente lideró el esquema de privatizaciones de la dictadura de Pinochet -con la compra de Lan a precio de remate como el caso más relevante-, su hermano José Piñera fue el autor del sistema de pensiones de capitalización individual como ministro de Trabajo y Previsión Social de aquel gobierno de facto.

El economista fue una pieza clave del gabinete de la dictadura. Además del esquema previsional, lideró la reforma laboral y la ley minera, cambios que forman parte de la columna vertebral del régimen neoliberal del país trasandino que comenzó en la década del 70′ y que el propio José Piñera denomina en su cuenta de Twitter como “las tres revoluciones por la libertad”.

Con el retorno a la democracia, el hermano del presidente operó como un embajador de las AFP y a través del Internacional Center for Pensión Reform, se dedicó a hacer lobby por la privatización de los sistemas previsionales alrededor del mundo.

“Hay 30 países que han seguido a Chile. He plantado banderas chilenas por todo el mundo. Yo viajo llevando una bandera y una experiencia chilena. Me siento orgullosísimo de lo que he hecho por Chile, por sentar las bases de este modelo extraordinario”, dijo en una entrevista al canal público Televisión Nacional, en la que corrige al periodista por no haber llamado “Presidente” a Pinochet. “Refiérase con respeto”, prácticamente le ordenó.

Allí, a su vez, calificó al sistema de fondos de pensiones como “un Mercedes Benz”. “Es un auto extraordinario, bien hecho, sofisticado. Pero si no le ponen bencina (nafta en Chile), alguien puede decir que el Mercedes está malo. Obviamente que si una persona no ha ahorrado van a tener una pensión baja”, comparó.

Es por eso que no sorprendió que la suya haya sido una de las primeras reacciones tras la aprobación del proyecto opositor que permite el retiro del 10% de los fondos. “Nunca rendirse, nunca, nunca, nunca, en nada grande o pequeño. Nunca ceder excepto por convicciones de honor y sentido común. Nunca ceder a la fuerza. Nunca ceder al aparente poder del enemigo”, publicó en una cita a Winston Churchill vía Twitter.

De repetirse este resultado en el Senado, se trataría de la mayor reforma en cuatro décadas del modelo chileno, lo que provocó una ola de recriminaciones mutuas y versiones de cambio de gabinete entre las distintas alas de la coalición oficialista.

Sucede que la potencial ley fue apoyada por 13 diputados pertenecientes a las filas del gobierno y se teme que pueda suceder algo similar en el Senado. Sorprendentemente, el oficialismo no salió a contener a sus aliados, sino que a través del ministro del Interior sugirió una posible ruptura de la coalición.

“Para el gobierno es incomprensible que haya parlamentarios oficialistas que voten por proyectos o ideas ajenas a nuestro ideario. Hay que trasparentar la realidad, quizás vamos a tener una coalición algo más chica, más acotada, pero esperamos con un trabajo más cohesionado, con mucha mayor convicción y con la capacidad de fijar posiciones comunes en torno a las ideas que animan a la centroderecha, y eso es lo que se ha debilitado en el último tiempo”, advirtió Gonzalo Blumel.

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