En términos nominales, los salarios aumentaron 2% mensual en junio. Es decir, volvieron a perder contra la inflación, que ese mes marcó 2,7%. Así, según los datos que publicó ayer el Indec, los ingresos laborales no lograron tocar piso a pesar de la estabilización cambiaria alcanzada en la previa de las PASO y el poder adquisitivo cayó 10,1% interanual
En el primer semestre, los salarios subieron 17,9% en términos nominales. Como la inflación acumulada en el mismo período fue del 22,4%, en términos reales hubo una caída del 3,7%.
Pese a que no todos los sectores tuvieron una variación similar en junio, ninguno le ganó a la inflación. Nominalmente, hubo un alza del 2,4% en los salarios registrados y una apenas el 0,2% en el sector informal de la economía. Entre los formales, la suba fue del 2,6% para los trabajadores privados y del 2,1% para los empleados del Estado.
Sin piso salarial aun en los meses de pax cambiaria y leve desaceleración de la inflación, el salto del dólar de más del 30% de las últimas semanas, que ya empezó a trasladar a las góndolas, significará un nuevo golpe al poder de compra. Un reciente informe del IET mostró que entre noviembre de 2015 y julio de 2019 los ingresos de los trabajadores registrados perdieron el 18% de su poder adquisitivo.
El nuevo cimbronazo para el salario real impactará en el consumo y, a través de él, en la actividad económica, lo que retroalimentará la crisis.
Por otra parte, marcará una profundización del deterioro de las condiciones de vida. Según las estimaciones privadas, el primer semestre terminó con un nivel de pobreza entre el 34% y el 35%, lo que significó el ingreso a esa condición de unas 4 millones de personas en sólo un año.
De confirmarse la nueva caída de los salarios en los próximos meses, habrá un nuevo salto de la pobreza. El analista del IET Daniel Schteingart estimó que podría cerrar con un nivel cercano al 37%.
