Peña adoctrina a su ejército de 100 mil defensores del cambio para la pelea electoral

Funcionarios del Gobierno viajarán a todo el país para capacitar a los voluntarios. Líneas argumentales y metodología de intervención en WhatsApp. Cristina, Lavagna y Espert

El Gobierno nacional decidió poner en marcha su maquinaria de campaña, que incluirá la capacitación en todo el país de sus 100.000 “defensores del cambio”, la militancia PRO, quienes luego se lanzarán a viralizar los mensajes oficiales.

Marcos Peña, pretende basar esta vez la competencia electoral en la plataforma WhatsApp y no, como en ocasiones anteriores, en las redes sociales. Por eso se torna clave el operativo en marcha, que instruirá a los voluntarios sobre los ejes del discurso deseado y los modos de intervenir en los grupos de chat en los que participan.

La capacitación involucrará a funcionarios, incluso algunos de primera línea, quienes bajarán las instrucciones a audiencias reducidas en todo el país, en general de decenas de voluntarios.

“Se les van a dar argumentos para defender la gestión y se les va a explicar cómo ser insistentes sin ser invasivos, lo que va a ser fundamental para que los mensajes se viralicen”, explicó el funcionario vinculado a la campaña PRO.

El concepto es sencillo, pero a la vez ambicioso: que cada uno de los defensores del cambio comparta mensajes, flyers y videos “en los grupos de padres del colegio de sus hijos, en los chats de amigos, en las conversaciones de fútbol, de modo que de ahí salgan nuevos vectores de propagación”, contó una fuente familiarizada con la campaña en ciernes. “Nada va a tener el sello de Presidencia de la Nación”, añadió.

Una idea fuerza será preguntar “¿qué pasa si Cristina (Kirchner) gana en primera vuelta? Hay que explicar que si eso se da, nadie va a tener derecho después a lamentarse o a hacerse el distraído”, dijo. Ella y no Alberto Fernández será el foco porque, claro, la ex presidenta es el cuco que se pretenderá exhibir.

El blanco predilecto del mensaje serán los desencantados que hoy amagan con votar por Roberto Lavagna, por José Luis Espert y por otras listas menores, fugas de votos potenciales que, según las encuestas, la Casa Rosada no puede permitirse.

La consigna de las capacitaciones será la “comunicación directa” entre la conducción de la campaña y esos adherentes, de modo que sean estos los que salgan a convencer a los indecisos. “No tiene que ser Mauricio el que lo haga”, añadió, tratando de convertir en virtud la debilidad de la imagen del Presidente.

La red de defensores del cambio comenzó a construirse allá por 2015, cuando miles de voluntarios se alistaron en el operativo “Macri presidente”. La misma fue creciendo desde entonces y ha sido prohijada directamente por Marcos Peña.

Sin embargo, este no será el único eje. El equipo de Jaime Durán Barba y el propio Peña no resignarán el juego que mejor juegan y en el que todavía parecen sacarle una amplia ventaja al peronismo: la microsegmentación y el uso de big data, que permiten generar y procesar masivamente información sobre el electorado, de modo de lanzar mensajes específicos, incluso personales y en términos de geolocalización muy fina, cuadra por cuadra.

“Nosotros no llevamos a la gente a votar en remises”, se jactó la fuente.

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