Trump quiere acabar con el derecho a la ciudadanía por nacimiento

“Somos el único país que hace esto”, aseguró. Especialistas aseguran que es un anuncio “meramente político”

 

 

 

 

 

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró en entrevista con Axios que va a emitir una orden presidencial para acabar con el derecho a la nacionalidad por nacimiento.

 

En este momento 30 países en el mundo, prácticamente todos en América, entre ellos México, Argentina y Chile, ofrecen este derecho a todas las personas que nazcan dentro de sus fronteras, sin importar la nacionalidad o estatus migratorio de sus padres. Estados Unidos garantiza el “jus soil”, como se le conoce a este derecho, a través de la Enmienda 14 a la Constitución.

 

“En inmigración, algunos académicos legales opinan que puedes cambiar el derecho a la ciudadanía por nacimiento sin cambiar la Constitución”, le dice el periodista Jonathan Swan a Trump.

 

“Una orden ejecutiva”, interrumpe el presidente en el video. “Sí. Siempre me dijeron que necesitabas una enmienda constitucional, y adivina qué: no la necesitas. Número 1: No necesitas eso”.

 

Swan interrumpe al mandatario y le dice que esa opinión está en disputa. “Definitivamente puedes hacerlo a través de un acto del Congreso, pero ahora me están diciendo que puedes hacerlo a través de una orden ejecutiva. Qué ridículo, somos el único país del mundo donde una persona entra al país, tiene un bebé, y el bebé es en esencia un ciudadano de los Estados Unidos por 85 años con todos los beneficios. Es ridículo, es ridículo y tiene que terminar”.

 

Swan le pregunta entonces si ya ha consultado al jurídico de la Casa Blanca y si tiene pensado firmar una orden en ese sentido. “Está en proceso. Va a ocurrir”, sentencia Trump.

 

Luego de la entrevista, el senador republicano Lindsey Graham -otrora impulsor de una reforma migratoria comprensiva- se unió al coro de voces que secundaron a Trump y dijo que prepararía una propuesta de ley para modificar la Enmienda 14.

 

Mientras tanto, la Unión de Libertades Civiles de Estados Unidos (ACLU) ya calificó la eventual orden ejecutiva como “descaradamente inconstitucional” y diseñada para intentar “airear las flamas de odio antiinmigrante a días de las elecciones.

 

“La garantía ciudadana en la Enmienda 14 es clara. No puedes borrar la Constitución con una orden ejecutiva”, advirtió el organismo de derechos humanos al presidente.

 

Jason Finkelman, abogado especialista en asuntos migratorios en el estado de Texas, opinó que el tema de la ciudadanía por nacimiento no es prioritario para el servicio migratorio de Estados Unidos.

 

“Los esfuerzos de ICE son impedir la entrada de terroristas, narcotraficantes, pandillas y cosas de ese estilo. Pero es una agencia muy pequeña que usan sus esfuerzos para mantener a los tipos malos fuera. No están ocupados en las personas que vienen, aunque sea de manera ilegal, y tienen hijos aquí. Probablemente ni siquiera sea una prioridad para ellos”.

 

Es decir, la política del presidente no viene de una preocupación real por parte de las fuerzas del orden ni de las agencias de seguridad de Estados Unidos, como suele justificar Trump con otras de sus políticas migratorias.

 

En las últimas semanas el mandatario dijo, sin sustento, que la caravana de migrantes centroamericanos que cruza nuestro país en este momento ha sido infiltrada incluso por personajes de medio oriente que intentan entrar a Estados Unidos con intenciones malignas.

 

“Nadie está hablando de este tema, más que el presidente. Es un asunto político, igual que la caravana. No está basado en la realidad”, dijo Finkelman.

 

El principal argumento de las personas que critican la Enmienda 14 tiene que ver con la creencia de que los inmigrantes indocumentados usan a sus hijos ciudadanos para quedarse legalmente en Estados Unidos. Sin embargo, explicó el abogado, ante la ley actual, una persona que entró al país sin los permisos correspondientes automáticamente queda descalificada para solicitar residencia legal, con o sin hijos ciudadanos.

 

“La gente habla de los ‘bebés ancla’, pero no es así como funciona”, dijo Finkelman. Un ciudadano de 21 años o más puede ser patrocinador de sus padres a la hora de solicitar la residencia, pero no antes. Es decir, los padres del supuesto ‘bebés ancla’ tendrían que esperar 21 años antes de iniciar el proceso.

 

Pero incluso si lo iniciaran, “los tiempos de espera ahora son de décadas, de 20-30 años. Es una espera muy larga, y si viniste a EU sin una visa no hay forma en que obtengas la residencia, aún con un hijo, y aún si esperas 21 años”.

 

Respecto a la viabilidad de la orden ejecutiva del presidente, Finkelman opinó que, en pocas palabras, nadie sabe si puede hacerlo: “No hay un precedente, pero el presidente puede hacer lo que quiera en términos de lo que dice y las órdenes ejecutivas que firma, pero es altamente improbable que tenga éxito”.

 

El cálculo de los especialistas, y seguramente también del presidente, es que la orden se va a caer una vez que llegue a la Suprema Corte, sin embargo, lo más probable es que la intención sea energizar a las bases de votantes republicanos rumbo a la elección de la próxima semana con un tema de alta visibilidad y que habla del asunto que contribuyó a su triunfo: los inmigrantes.

 

“He visto cosas más locas ocurrir en esta administración”, agregó el abogado, “pero para eso tenemos una Constitución y la separación de poderes, no puedes tener a un presidente haciendo leyes a modo”.

 

La realidad de las cosas es que, a pesar de que no ha logrado construir su muro ni pasar una reforma migratoria agresiva, la estrategia de Trump ha tenido un éxito rotundo para detener un tipo de migración: la legal.

 

“Ha habido una baja en el número de migrantes legales de México, Canadá y de todo Latinoamérica”, contó Finkelman. “Los ves desde los estudiantes universitarios que prefieren ya ni intentar aplicar porque la administración está haciendo el proceso lo más difícil que puedan”.

 

Lo mismo ha ocurrido con las empresas que contratan a empleados de otros países, el Gobierno de Trump ha dificultado el proceso a tal nivel que está desincentivando esta práctica. “Lo hacen para que los empleadores o los empleados se rindan. Piden estas cosas locas y ridículas, y la gente está diciendo ‘mejor me voy a Europa, Australia, Canadá, no necesito esta tortura'”.

 

Es decir, Trump está reduciendo la migración legal a través de la burocracia. “Es lo que yo llamo el muro invisible”, me cuenta Finkelman.

 

Respecto a la supuesta propuesta de ley que el senador Graham mencionó, es muy difícil que pase en el Congreso. Los republicanos no lograron pasar ninguna reforma migratoria de importancia, ni siquiera con el control total de ambas cámaras en el Congreso y de la presidencia. Resulta difícil imaginar que logren hacerlo después del próximo 6 de noviembre, cuando posiblemente pierdan el control en la Asamblea.

Related posts