La deuda externa aumentó 30% en un año y más de la mitad la emitió el Gobierno

La deuda externa bruta total medida en valor nominal alcanzó los u$s261.483 millones al término del segundo trimestre, por lo que registró un incremento del 30% o u$s56.569 millones en relación a los u$s204.914 millones del mismo período del año anterior. Respecto al lapso comprendido entre enero y marzo, la suba fue de u$s8.267 millones o del 3% trimestral, informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec)

 

 

 

 

Más de la mitad del alza interanual registrada estuvo explicada por emisiones del Gobierno nacional, cuyo stock pasó de u$s126.940 millones a u$s160.582 millones, mientras que el del Banco Central subió de u$s14.081 millones a u$s20.444 millones en un año, aunque en este último caso retrocedió desde los u$s23.239 millones del primer trimestre.

 

La deuda externa de las sociedades no financieras pasó de u$s57.581 millones a u$s70.321 millones, la de los bancos de u$s4.283 millones a u$s6.486 millones y la de otras sociedades financieras de u$s2.029 millones a u$s3.650 millones.

 

En tanto, medido a valor de mercado el stock de deuda externa total bajó de u$s247.914 millones en el primer trimestre a u$s245.307 millones en el segundo, por la corrección que tuvieron los activos financieros argentinos a lo largo del año, aunque en realidad estos se concentraron sobre los del Gobierno nacional, ya que en el resto de los sectores del sector privado se observaron incrementos.

 

El informe de balanza de pagos, posición de inversión internacional y deuda externa del Indec estimó que entre abril y junio de este año la cuenta corriente mostró un rojo de u$s8.292 millones y como por la cuenta capital ingresaron u$s11 millones, esto implicó una necesidad de financiamiento neto u$s8.281 millones, unos u$s1.686 millones más respecto a igual trimestre de 2017.

 

“La cuenta financiera registró un ingreso neto de capitales de u$s8.427 millones, explicado por la adquisición neta de activos por u$s12.174 millones, y la emisión neta de pasivos por u$s20.601 millones”, puntualiza el reporte del ente estadístico, que añade que “las necesidades netas de financiamiento fueron cubiertas casi en su totalidad por operaciones del Gobierno general”, que contabilizó casi u$s14.000 millones del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.

 

Lo cierto es que el deterioro de la cuenta corriente se debió a un mayor nivel de importaciones de bienes y servicios, que llevaron el saldo desde un rojo de u$s2.848 millones a u$s4.363 millones en un año. A eso se le sumó un agujero de u$s4.357 millones de rentas enviadas al exterior correspondientes inversiones directas y de cartera.

 

Si bien en estas variables el Indec estimó un deterioro interanual, se muestra cierta mejora en relación al último trimestre de 2017, cuando habían llegado a un máximo de necesidades de financiamiento externo netas de u$s9.537 millones por el abultado déficit de cuenta corriente, que se vienen cubriendo con la cuenta financiera.

 

De acuerdo al reporte, la devaluación y la caída en el precio de los activos argentinos provocó una mejora en la posición de inversión internacional, ya que los activos subieron u$s8.896 millones, al tiempo que los pasivos se redujeron en u$s18.685 millones, algo que fue “general a todos los sectores”.

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