Hubo una fuga de oxígeno por el impacto de un pequeño meteorito, dijo la NASA
La NASA informó hoy que se vivió una “situación de emergencia” por una fuga de oxígeno que se produjo por el impacto de un meteorito en la nave rusa Soyuz acoplada a la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés), que de todos modos no puso en riesgo a la tripulación.
Los seis astronautas con los que cuenta la estación -de Rusia, Estados Unidos y Alemania-, están fuera de peligro y seguros, ya que cuenta con semanas de aire en las reservas de la estación, informó Alexander Gerst’s Horizons Blog.
La NASA había indicado inicialmente que se estaba trabajando para contener una pequeña pérdida de aire a bordo de la ISS, pero que todo estaba bajo control y los astronautas no estaban en peligro inmediato. “Hemos tenido esta noche una situación de emergencia en la ISS: una fuga de oxígeno y una caída de la presión”, declaró el director de Roskosmos, Dmitri Rogozin, citado por la agencia rusa Ria Novosti y medios estadounidenses. “Se han tomado medidas”, agregó Rogozin, quien confirmó que la fuga fue probablemente causada por el impacto de un micro meteorito.
Agregó que “nada amenaza la vida y la seguridad de la tripulación”. A borde de la ISS se hallan desde el 21 de marzo pasado los astronautas norteamericanos Drew Feustel y Richard Arnold y el cosmonauta ruso Oleg Artemiev. A ellos se sumaron el 8 de junio el ruso Sergueï Prokopiev, la estadounidense Serena Auñón-Chancellor y el alemán Alexander Gerst.
Fuentes anónimas de la NASA indicaron que, en un principio, la fuga de oxígeno desencadenó una “verdadera alarma”. La Estación Espacial Internacional se encuentra a unos 400 kilómetros de altura, donde en estos momentos los científicos buscan producir la materia más fría del cosmos en un laboratorio especialmente acondicionado. Los experimentos permitirán mediciones ultraprecisas con múltiples aplicaciones, desde tecnologías de navegación espacial al estudio de la elusiva materia oscura.
El Laboratorio de Atomos Fríos de la NASA (CAL, por sus siglas en inglés), fue instalado a fines de mayo en la Estación Espacial Internacional como un instrumento multiuso que puede ser utilizado por investigadores en la Tierra para diferentes experimentos. CAL permite producir nubes de átomos ultra fríos, mucho más que las temperaturas del espacio profundo.
