Ayer se supo que la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) eliminó tres direcciones de la Dirección General de los Recursos de la Seguridad Social, un organismo destinado a perseguir el trabajo en negro. El recorte, que va en contra dese da en el marco del plan de “austeridad” impulsado por el Gobierno nacional
La disposición 21/2018 de la AFIP, con la firma de su titular Alberto Abad, reorganiza la estructura del organismo recaudador achicando fuertemente la Dirección General de Recursos de la Seguridad Social argumentando la necesidad de “hacer más eficientes los procesos de atención y control de las obligaciones impositivas, de los recursos de la seguridad social y aduaneras”. El personal de las direcciones y sus tareas serán reasignados a la Dirección General Impositiva (DGI), la Dirección de Aduanas y la Subdirección General de Servicios al Contribuyente. El proceso de transferencia deberá concluir antes del 27 de abril.
Julio Estévez, Secretario General de la Unión del Personal Superior de la AFIP, cuestionó lo que definió como “la disolución de la única dependencia con capacidad operativa y entrenamiento para combatir el trabajo en negro”. “Teniendo en cuenta que el 50% de la población económicamente activa no está debidamente registrada, disolver esa área lejos de ayudar a equilibrar las cuentas públicas es un atentado al equilibrio fiscal”, añadió. Desde la UGPS añadieron que se trata de “un grave error el que se está cometiendo achicando donde se debe invertir”: “Con la excusa del aumento de la eficiencia en la utilización de los recursos, vemos cómo se adoptan medidas contrarias a la lógica tributaria, achicando los recursos para fiscalizar”.
Las versiones respecto de la eliminación del organismo venían desde fines del año pasado, pero Abad lo negó hasta último momento en diversas entrevistas con los medios. El organismo hoy disuelto fue fundamental en los operativos que detectaron trabajo en negro en talleres clandestinos en la ciudad de Buenos Aires, trabajadores irregulares en fincas salteñas y empleados en negro en pizzerías del microcentro, por mencionar sólo algunos de los últimos procedimientos que cobraron estado mediático.
