La CGT encaró al Congreso con apoyo del peronismo y se planta contra la reforma laboral del Gobierno. Debate caliente, rosca y definiciones clave en diciembre
La conducción renovada de la CGT aterrizó este miércoles en el Congreso y salió con una señal política fuerte: el respaldo del peronismo para bloquear la reforma laboral que el Gobierno busca aprobar durante las sesiones extraordinarias de diciembre. En un encuentro reservado en el Senado, sindicalistas y legisladores acordaron avanzar en una estrategia común para frenar un proyecto cuyo contenido, hasta ahora, nadie vio oficialmente.
La cumbre en el Senado y el compromiso opositor
El triunvirato cegetista —Jorge Sola (Seguros), Cristian Gerónimo (Vidrio) y Octavio Argüello (Camioneros)— llegó acompañado por el titular de la UOCRA, Gerardo Martínez. Se reunieron con diputados y senadores del peronismo, quienes se comprometieron a conformar una mayoría de 37 votos para impedir un trámite exprés del proyecto laboral.
“Hasta ahora no hay proyecto, solo borradores”, plantearon los dirigentes, que mañana reunirán al consejo directivo para definir medidas frente al avance del Gobierno.
En la reunión participaron referentes como Vanesa Siley, Mario Manrique, Hugo Yasky y la exministra Kelly Olmos en Diputados. En el Senado se sumaron José Mayans, Juliana Di Tullio, Jorge Capitanich, Martín Soria, Mariano Recalde y Alicia Kirchner, entre otros.
La ausencia del santiagueño Gerardo Zamora y su compañera Elía Moreno encendió señal de alerta: podrían ser decisivos en el poroteo.
Los cuestionamientos de la CGT y la advertencia política
De acuerdo con fuentes legislativas, los sindicalistas rechazaron el camino elegido por el oficialismo para impulsar la reforma. Gerónimo fue directo: “El problema laboral no se soluciona con estas medidas. Las empresas no pueden producir porque no hay consumo”.
Recalde, en tanto, aseguró que no acompañarán ningún cambio que “perjudique a los trabajadores”, e ironizó sobre la intención del Gobierno de aprobar la reforma antes de fin de año: “Hablan de un trámite exprés cuando todavía no mostraron el proyecto”.
El senador remarcó que el borrador filtrado incluye cambios tributarios, la derogación de 26 leyes y la modificación de múltiples estatutos. “Esto requiere un debate largo y profundo”, afirmó.
El plan de resistencia: rosca, mayoría y tiempos legislativos
Mientras Diputados avanza con un cronograma rápido para el Presupuesto 2026, el peronismo se concentra en el Senado, donde el Gobierno está más débil. Allí, los 28 senadores referenciados en el PJ acordaron coordinar una estrategia unificada con la CGT.
El objetivo es evitar que la vicepresidenta Victoria Villarruel logre la media sanción antes de fin de año. Para eso, la oposición apuesta a usar el calendario a su favor: solo quedan tres semanas para la primera etapa de extraordinarias, con cuatro feriados incluidos.
En paralelo, las comisiones de Presupuesto, Trabajo, Minería y Justicia ya fueron convocadas para tratar las prioridades del oficialismo, incluida la reforma laboral.
El poroteo y las provincias clave
La CGT y el PJ buscan nueve votos para bloquear cualquier avance. Las miradas apuntan a senadores de Córdoba, Salta, Misiones, Neuquén, Santa Cruz y Chubut. El cálculo es claro: esos distritos podrían inclinar la balanza sin depender del radicalismo ni del PRO.
En esa línea, la central obrera sostiene que “se cortaron las vías de negociación” con la Casa Rosada. Martínez recordó que en el Consejo de Mayo “hubo solo seis reuniones sin acuerdo”, versión totalmente distinta a la que difunde el Gobierno.
Las reuniones previas y el diagnóstico económico
Antes de la cumbre con el peronismo, Sola, Gerónimo, Carlos Molinari (Carne) y Pablo Flores (AEFIP) analizaron la situación con diputados de Entre Ríos, especialmente sobre la realidad del citrus y del sector avícola.
En ese encuentro, el massista Guillermo Michel dejó una advertencia: “Una reforma laboral por sí misma no genera empleo; hace falta crecimiento económico con industria y producción nacional”.
Movilización en suspenso y la ingeniería parlamentaria
La CGT no evalúa, por ahora, un paro general en diciembre. Pero en simultáneo, el bloque peronista prepara “campañas de concientización” sobre los efectos del proyecto oficial. Una frase se repite en los despachos: “Esta reforma no es para contratar más personas, sino para despedir más barato”.
La jugada incluye ofrecer a los senadores de centro —los mismos que pueden definir la votación— la posibilidad de liderar una redacción alternativa para una reforma laboral “moderna” pero consensuada.
La oposición lo resume así: si el Gobierno no consigue sancionar la reforma antes de marzo, el plan de resistencia habrá funcionado.
