Con un gran error en el Escudo Nacional, el Gobierno presentó sus nuevos sellos ministeriales

La gestión libertaria relanzó la imagen de todos los ministerios, pero el escudo difundido no respeta el diseño nacional y reproduce rasgos del escudo bonaerense. Un descuido que encendió críticas y abrió una polémica política y simbólica por el uso de los emblemas oficiales

 

 

Este miércoles, al iniciar una nueva fase de Gobierno con Congreso renovado y reformas en carpeta, al cumplirse la mitad exacta de su mandato como presidente, la administración de Javier Milei presentó los nuevos sellos de todos los ministerios. Desde la Casa Rosada los definieron como emblemas destinados a “reforzar los valores fundamentales” de cada área: unidad, modernización, soberanía, protección, justicia, trabajo. Pero la estética remite más a la iconografía institucional de los Estados Unidos que a la tradición argentina. El conjunto se inscribe en un giro simbólico que Milei impulsa desde su llegada a la Casa Rosada, con un lenguaje visual más próximo al “sello federal” norteamericano que al repertorio estatal local.

En ese marco, la Jefatura de Gabinete —conducida por Manuel Adorni— difundió un sello que debía mostrar el Escudo Nacional, pero el diseño no corresponde al escudo oficial: reproduce elementos del escudo de la provincia de Buenos Aires. El detalle más evidente es el ramo de laureles alargado que se extiende por detrás del sol, una característica bonaerense y ajena al símbolo patrio.

El Escudo Nacional es uno de los emblemas más regulados y su diseño está normado. La aparición de una variante que replica rasgos del escudo bonaerense en un sello oficial del Poder Ejecutivo dejó en evidencia un error en plena presentación de la nueva imagen gubernamental.

La discusión, además, no se produce en el vacío. La estética elegida para los sellos —con animales totémicos, alas, orbes dorados y un esquema circular que busca transmitir poder, vigilancia y autoridad— ha sido leída por distintos analistas como un intento de alineamiento simbólico con modelos de comunicación estatal propios de Washington. En ese contexto, el error en el escudo no sólo tensiona la relación con la iconografía local: también expone la contradicción entre la búsqueda de prestigio institucional, la soberanía nacional y el descuido en el uso del símbolo más básico y más sensible de la Nación.

 

¿Qué representan los nuevos emblemas ministeriales?

El Gobierno acompañó cada nuevo logo con una explicación simbólica:

-Al Ministerio de Economía, encabezado por Luis “Toto” Caputo, le asignaron como símbolo un cadúceo —clásico emblema del comercio, intercambio y comunicación—: las serpientes encarnan el equilibrio económico, y las alas evocan agilidad y dinamismo.

-El Ministerio de Seguridad Nacional (ahora bajo responsabilidad de Alejandra Monteoliva) adoptó un águila, símbolo de vigilancia, autoridad y protección: su visión aguda y vuelo firme representan control territorial y capacidad estatal.

-El Ministerio de Defensa, con el general Carlos Presti al frente, incorporó sables del Ejército Argentino: un guiño a la tradición, disciplina, soberanía y continuidad histórica de las Fuerzas Armadas.

-El Ministerio del Interior, liderado por Diego Santilli, sumó la flor de ceibo, símbolo nacional de identidad, pertenencia y federalismo, en alusión a su rol de articular Nación y provincias.

-El Ministerio de Desregulación del Estado, bajo Federico Sturzenegger, incluyó una antorcha, que según el comunicado representa guía, claridad, transformación y apertura de nuevos caminos como parte del impulso reformista.

-El Ministerio de Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello, sumó dos manos entrelazadas, símbolo de trabajo, solidaridad, desarrollo humano y compromiso con oportunidades y bienestar.

-El Ministerio de Justicia, encabezado por Mariano Cúneo Libarona, adoptó las clásicas balanzas como emblema de equidad, verdad, transparencia y compromiso con el debido proceso.

-El Ministerio de Salud, liderado por Mario Lugones, sumó la vara de Esculapio, símbolo universal de la medicina, la sanación, el cuidado, la sabiduría y el compromiso con la vida.

-Además, la Vocería del Gobierno —aunque no es un ministerio— incluyó un atril: símbolo de comunicación institucional, autoridad pública y del compromiso con un diálogo directo con la ciudadanía. Según fuentes oficiales, la renovación simbólica llega en un momento que marca “el relanzamiento de la gestión” —tras la renovación parlamentaria, el nuevo gabinete y en vísperas de debates clave sobre reformas estructurales.

 

Repercusiones

El desliz ha provocado críticas de la oposición y referentes políticos. Entre los más duros, el diputado nacional por Unión por la Patria, Carlos Castagneto, —en un posteo público en X— cuestionó al presidente: “Señor presidente @JMilei se olvidó en el escudo, poner a las Islas Malvinas. Espero que lo corrija inmediatamente. ¡Vergüenza Nacional!”.

La polémica revive debates previos: en 2024 ya hubo un episodio en que se proyectó un mapa de Argentina sin las Islas Malvinas —lo que generó fuertes cuestionamientos. Unas horas después de la primera comunicación desde el Ejecutivo tomaron nota e incluyeron a las Malvinas en el nuevo sello.

El Escudo Nacional es un emblema central de la Argentina, asociado a la historia, la soberanía y la representación de la Nación. Su diseño tiene estatus normativo y no admite modificaciones. La difusión de una versión alterada en documentos oficiales ocurre, además, en un momento de debates sobre identidad nacional y reclamos históricos como el de las Islas Malvinas, lo que refuerza la sensibilidad alrededor de su uso correcto.

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