Miles de argentinos cruzan a Brasil y Paraguay para trabajar en el campo o en la construcción

En municipios misioneros como San Antonio y Bernardo de Irigoyen se van diariamente más de 4.000 trabajadores para trabajar en la cosecha de la cebolla, la uva y el tabaco a Brasil

 

 

A principios de diciembre, un operativo de la Policía Federal de Brasil en Guaraciaba retuvo a 125 ciudadanos argentinos que viajaban rumbo al estado de Santa Catarina para hacer la cosecha de la cebolla y el tabaco, sin haber realizado los trámites migratorios obligatorios. No sólo cruzan la frontera hombres en busca de trabajo, ya se trasladan familias enteras. En San Antonio, Misiones, 2000 trabajadores, cruzan la frontera todos los días en busca de trabajo y esto se replica en toda la frontera.

Cada vez más trabajadores argentinos cruzan para ver si tienen la suerte de encontrar trabajo. Frente al parate de la obra pública y la construcción en general, obreros de la construcción van a Paraguay para poder tener trabajo y tareferos cruzan a Brasil.

Lo mismo ocurre con los trabajadores del campo, que con lo que ganan en Argentina no logran poder mantener a sus familias y el subsidio que les dan inter cosechas tampoco les alcanza. Antes si la cosecha estaba en baja, se iban a otra provincia para trabajar en el campo o en cualquier otra cosa. El problema es que ahora no consiguen trabajo y salir a Brasil es lo más próximo al vivir en provincias limítrofes.

 

La crisis de la industria yerbatera

La publicación del decreto presidencial 70/2023, que inició un proceso de desregulación progresiva del mercado yerbatero terminó por destruir lo que quedaba. La pérdida de facultades del Instituto Nacional de la Yerba Mate dejó al sector sin poder fijar el precio, controlar calidad de yerba mate importada ni ordenar la cosecha. Miles de familias productoras venden su materia prima a valores irrisorios, están totalmente endeudadas y compiten de manera desigual con la yerba mate importada y las grandes industrias correntinas. El kilo de hoja verde se paga al productor entre $250 y $300 cuando debería pagarse $700.

Antenor Alvez, secretario del Sindicato de Tareferos (SITAJA), señaló a Misiones online “Hay que ser realistas, la gente no tiene para sembrar la tierra, la gente no tiene para comer y de algo tiene que vivir, por eso se van. Ya nos dijeron, si sigue así, a partir de febrero, no va a arrancar la cosecha… Y esa gente, 17.000 tareferos que están en la provincia, ¿qué hacen? ¿Cómo van a vivir? ¿Cómo va a subsistir? ¿Cómo van a comer?”. Productores y tareferos coinciden que este fue uno de los peores años del sector yerbatero.

Algunos trabajadores cruzan la frontera y van y vuelven en el día otros se van con sus familias por 40 días mínimo. El intendente de San Antonio, Fausto Rojas, contó a Día Siete, programa del stream de Misiones Online:  “Tenemos muchísimos habitantes que cruzan a Brasil, son como 2.000 sanantonioneses más o menos, que pasan a trabajar al otro lado. Lo que pasa es que en Santo Antônio do Sudoeste (lado brasileño) hay muchas industrias, y, gracias a Dios, nuestra gente tiene trabajo de ese lado, porque si no, la situación iba a estar complicadísima. Hay trabajo y se gana mejor”.

El impacto en lo social es lo más grave. La falta de industrias, la paralización de la obra pública, el problema con los costos de la yerba, nada los ayuda en San Antonio. La misma ciudad que daba bienvenida con un cartel enorme que dice “Bienvenidos a San  Antonio, aquí  no termina el país, aquí comienza la patria” es la que ahora pierde a sus habitantes.

El intendente Rojas contó que “cada vez más familias golpean las puertas del municipio en busca de ayudas esenciales, la gente viene y no tienen para pagar la luz, no les alcanza. Necesitan chapa, vivienda, colchones, y se nos complica. Incluso viene gente que nunca antes había pedido asistencia. La gente cruza porque necesita trabajar. Gracias a los brasileños, nuestra gente puede subsistir”.

No es el único intendente que está preocupado por los ciudadanos que cruzan la frontera de forma ilegal para trabajar. El intendente de Bernardo de Irigoyen, Eduardo “Chichín” Aquino, señaló al programa Día Siete del strem de Misiones On line: “Es triste porque la falta de industrias y fuentes de trabajo hace que la gran mayoría de esta gente que antes emigraban a Corrientes o Entre Ríos a trabajar en la reforestación o otras tareas de campo,ahora están optando por tratar de ir a Brasil para que la cosa le rinda un poco más. Ese fue un gran reclamo que siempre hemos tenido porque nuestra situación es netamente comercial. La columna vertebral de la economía es el comercio y cuando el comercio se resiente, se resiente todo”, aclaró.

Si bien la migración laboral no es nueva se multiplicó. “Antes era en menor escala, ahora se multiplica porque hay familias enteras que se van a 200, 300, 400 kilómetros por 30, 40 días a tratar de trabajar en trabajos rurales fundamentalmente, pero también acá gran cantidad de jóvenes están trabajando del otro lado de la frontera”, sostuvo Aquino.

Las localidades elegidas por los que viven en Bernardo de Irigoyen son ciudades cercanas, como Dionísio Cerqueira o San Miguel, a 80 kilómetros, y vuelven a Irigoyen.

Representantes de los trabajadores piden que se regularice de alguna manera la entrada y la estadía en Brasil para que los ciudadanos argentinos no sean deportados. Ana Cubillas, Secretaria general del Sindicato único de obreros rurales (SUOR) de Misiones: “cuando termina la cosecha  se van a Brasil por los beneficios de allá y la incertidumbre del nuestro, esa situación genera un grave problema en las familias. Hace dos años que trabajamos a pérdida. El desarraigo es muy feo. Este gobierno vino a destruir las economías regionales. Las familias de los trabajadores agrarios se rompen porque acá no hay trabajo. A veces viajan y no se sabe en qué condiciones, tuvimos que rescatar a varios trabajadores que no les querían pagar. Se van desesperados en busca de un trabajo y no saben ni a dónde llegan”.

La realidad de algunas zonas de fronteras es muy dura, los comercios locales tratan de sobrevivir porque la gente cruza la frontera más comprar más barato. Sus habitantes se van y a veces ni compradores hay.

Cruzar a Brasil es un gran sacrificio, no siempre la diferencia lo vale, pero ante no tener trabajo acá, mejor es por lo menos hacer algo y tener para comer.

Related posts