De Tel Aviv a Jerusalén: Milei traslada la embajada argentina y envía un mensaje internacional

Argentina se suma a la breve lista de países que reconocen a Jerusalén como parte del Estado de Israel

 

 

El canciller argentino, Pablo Quirno, recibió en el Palacio San Martín a su par israelí, Gideon Sa’ar, y confirmó los rumores que surgieron puertas adentro del sistema internacional: la embajada argentina se trasladará de Tel Aviv a Jerusalén. Según adelantó Quirno, Javier Milei viajaría a Israel entre abril y mayo de 2026 para concretar el anuncio en persona.

Sa’ar llegó a Buenos Aires después de una escala en Paraguay y desembarcó con una agenda cargada. Además del encuentro con Quirno, pasó por el Congreso para reunirse con legisladores, mantuvo una audiencia con el Presidente y participó del Foro Económico Argentino- Israel. La visita fue parte del acercamiento político y estratégico que impulsa el Gobierno argentino.

Tras la reunión, el funcionario israelí difundió un comunicado en el que calificó la relación entre ambos países como “extraordinaria” y definió a Argentina como “un socio confiable con horizonte prometedor”. El encuentro también dejó sobre la mesa otra iniciativa ambiciosa: la posibilidad de un vuelo directo entre Buenos Aires y Tel Aviv, un proyecto que los equipos técnicos de ambos gobiernos analizarán en los próximos meses. Además, discutieron cómo reforzar el comercio exterior y ampliar los intercambios económicos.

“Somos amigos verdaderos y socios estratégicos”, sostuvo Sa’ar antes de delinear las áreas en las que Israel quiere intensificar su presencia en Argentina: inversiones en tecnología aplicada a la salud, ciberseguridad y defensa. Todo dicho sin eufemismos, al mejor estilo de una alianza política que ya no intenta disimular su rumbo.

 

Carga simbólica: qué significa el traslado de la embajada a Jerusalén

Al mover la sede diplomática, Argentina se alinea con la postura israelí de que Jerusalén es su capital, desafiando el consenso internacional que ha mantenido las embajadas en Tel Aviv a la espera de un acuerdo de paz que defina el estatus final de la ciudad, que también es reclamada por Palestina como parte de su territorio.

El gesto de Gobierno es de un fuerte apoyo a Israel, especialmente a su gobierno, y una muestra de alineamiento con la política exterior de la administración de Donald Trump (quien trasladó la embajada estadounidense en 2018) y otros países de la derecha internacional.

Esta decisión marca un cambio en la tradición diplomática argentina, que históricamente apoyó la solución de dos Estados (Israel y Palestina) y el régimen internacional especial de Jerusalén, conforme a resoluciones de la ONU.

 

Los países que trasladaron su sede diplomática son:

  • Estados Unidos.
  • Guatemala.
  • Honduras.
  • Kosovo.
  • Papúa Nueva Guinea.
  • Paraguay (recientemente, aunque en el pasado la había trasladado y luego retirado).

A diferencia de otros países que reabrieron o trasladaron su embajada, Argentina no tiene un antecedente de haber tenido su sede diplomática en Jerusalén. Históricamente, la posición argentina, como la de la mayoría de la comunidad internacional, fue la de apoyar la coexistencia pacífica de Israel y un Estado palestino independiente. También la de mantener el estatus de la ciudad conforme a las resoluciones de la ONU (como la Resolución 181 de 1947), que la propuso como un corpus separatum bajo régimen internacional especial.

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