Jubilados y pensionados cobrarán un bono extraordinario

El pago será automático para jubilados, pensionados y beneficiarios de pensiones no contributivas, en un contexto de caída del poder adquisitivo y bajo desempeño del sistema previsional

 

 

El Gobierno nacional oficializó este martes el pago del Bono Extraordinario Previsional de $70.000 que será percibido por jubilados y pensionados durante el mes de noviembre. Se trata de un refuerzo que se otorga desde hace más de un año y que alcanza a quienes cobran el haber mínimo, así como a beneficiarios de distintos regímenes del sistema de seguridad social.

La medida fue publicada a través del Decreto 771/2025 en el Boletín Oficial, y tiene como objetivo “mantener el poder adquisitivo y evitar que los haberes continúen perdiendo capacidad de compra ante la inflación”. Desde enero de 2024, estos refuerzos fueron otorgados por decisión del Poder Ejecutivo, al considerar que los efectos de la movilidad habían generado un desfasaje importante para jubilados y pensionados de menores ingresos.

 

A quiénes alcanza el bono extraordinario

Según la normativa, el bono será abonado de manera automática a los titulares activos de prestaciones contributivas del sistema nacional, a quienes estén comprendidos en regímenes especiales derogados, a los transferidos desde cajas provinciales o municipales y a los beneficiarios del régimen creado por el Decreto 160/05.

Además, el refuerzo también incluirá a los beneficiarios de la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM) y a quienes perciban pensiones no contributivas, cualquiera sea su naturaleza.

El texto aclara que quienes perciban un monto igual o inferior al haber mínimo previsional garantizado recibirán la suma completa, mientras que aquellos cuyos haberes superen ese mínimo obtendrán un monto proporcional que les permita alcanzar el tope formado por la suma del haber mínimo más el bono extraordinario.

Desde la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) señalaron que este pago será no remunerativo, no sufrirá descuentos y no será computable para el acceso o cálculo de otros beneficios.

 

Cambios en los haberes y el impacto de la inflación

El último aumento en los haberes previsionales se registró en octubre, cuando se aplicó un incremento del 1,8% sobre jubilaciones, pensiones y asignaciones familiares. Esta actualización respondió al índice de inflación publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), con el propósito de reflejar parcialmente el aumento en el costo de vida.

A pesar de estos ajustes mensuales, el deterioro del poder adquisitivo continúa siendo una preocupación central para los adultos mayores, quienes enfrentan un contexto de precios elevados en alimentos, medicamentos y servicios básicos.

 

Argentina, entre los peores sistemas jubilatorios del mundo

En paralelo, un informe internacional volvió a poner en evidencia las debilidades del sistema previsional argentino. Según el Índice Global de Pensiones 2025 elaborado por Mercer y el CFA Institute, Argentina se ubica en el puesto 51 entre 52 países evaluados, solo por encima de Filipinas.

El relevamiento, que analiza a naciones donde reside cerca de dos tercios de la población mundial, evalúa tres dimensiones clave: adecuación, sostenibilidad e integridad.

Dolores Liendo, directora del área de manejo de riqueza de Mercer para Argentina, Uruguay y Paraguay, explicó que el estudio incluyó países representativos de los cinco continentes y destacó que “el universo analizado refleja la realidad de sistemas previsionales muy diversos”.

 

Debilidades estructurales del sistema previsional argentino

Según Liendo, la adecuación se vincula con la capacidad del régimen previsional para garantizar ingresos suficientes tras la vida laboral activa. El estudio considera variables como la tasa de reemplazo y el acceso efectivo a los beneficios.

En cuanto a la sostenibilidad, se analizó la viabilidad del sistema en el tiempo, considerando desafíos como el envejecimiento poblacional, los cambios en la base laboral y las crisis económicas recurrentes. En ese sentido, los especialistas advirtieron que la Argentina presenta vulnerabilidades significativas en su solidez macroeconómica, el financiamiento de largo plazo y la inclusión de nuevos aportantes, factores que afectan la resiliencia del sistema.

Por último, el informe midió la integridad, que evalúa la solidez de los marcos regulatorios, la transparencia de la gestión y la confianza de la población en el modelo previsional. En este aspecto, la calificación argentina fue baja debido a los cambios frecuentes en la normativa, la falta de reglas estables, el financiamiento estatal deficitario y la escasa previsibilidad del sistema.

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