Es la estimación con precios de septiembre para una familia tipo que publicó el Indec este martes. Subió 1,4% con relación al mes anterior. La línea de indigencia quedó en $ 527.736
Una familia tipo, formada por una pareja y dos hijos pequeños, necesitó $1.176.852 para superar el umbral de pobreza en septiembre, según informó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) este martes.
La cifra representa el costo de la denominada canasta básica total (CBT), que valoriza el conjunto de bienes y servicios necesarios para satisfacer las necesidades comunes del grupo familiar, incluyendo tanto alimentos como bienes y servicios no alimentarios como vestimenta, vivienda, educación, salud y transporte.
Esa canasta se incrementó 1,4% con respecto a agosto de 2025, según la estimación del Indec. En lo que va del año acumula una suba de 14,9% y en la comparación con el mismo mes de 2024 el aumento es de 22%.
Mientras que la canasta básica alimentaria (CBA) para la misma familia tipo fue de $ 527.736. En ella se incluyen solamente los alimentos básicos imprescindibles para satisfacer las necesidades nutricionales de ese grupo. La CBA también subió 1,4% mensual, con un alza de 17,5% desde enero y 23,1% interanual.
Ambas cifras representan las denominadas líneas de pobreza e indigencia. Cuando el ingreso familiar no llega a cubrir el monto de la canasta básica total, se considera que todos los integrantes de ese hogar son pobres. De la misma manera, si no se alcanza la canasta básica alimentaria, todas las personas que integran el grupo son indigentes. Ambas líneas se estandarizan en base a la familia tipo, aunque la estadística, mucho más detallada, considera la composición del grupo bajo estudio (según sexo y edad de sus integrantes) para determinar en qué franja se ubican.
Comparado con el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de septiembre, ambas canastas aumentaron por debajo de la inflación general (2,1%). A su vez, las dos quedaron por debajo en la medición interanual (31,8%). Los valores que se consideraron son los que surgen de los precios de la región Gran Buenos Aires.
La diferencia se explica porque en la canasta de consumo que releva el Indec para medir los precios se incluyen muchos otros servicios que no son considerados básicos, al igual que alimentos que no necesariamente son imprescindibles para la alimentación de esos hogares.