La actividad del sector fabril rebotó 0,6%, luego del desplome del 3,8% del bimestre previo. En comparación contra diciembre del 2024 cae 3,4%, lo que denotó un año en baja. El Gobierno celebró por la mejora de enero-agosto contra el mismo período, aunque aquel había sido el punto histórico más bajo, sin contar la pandemia
Luego de un fuerte derrumbe del 3,8% durante junio y julio, la actividad industrial mostró un leve rebote del 0,6%. Aunque desde el Gobierno celebraron el dato, al que catalogaron de “crecimiento”, lo cierto es que la producción fabril cerró agosto un 3,4% por debajo de los niveles de diciembre pasado. Es decir: cae fuerte en lo que va del año. Para lo que viene, dada la baja real sostenida de los salarios, con una tasa de interés en niveles elevados que llevó a un freno del crédito en septiembre, se espera una dinámica de virtual estancamiento.
Acerca del futuro de corto plazo, desde la consultora ACM afirmaron que no habrá una mejora relevante para la producción del sector fabril: “En lo que resta del trimestre, los indicadores preliminares de septiembre anticipan un desempeño nuevamente irregular, condicionado por la incertidumbre cambiaria y electoral. Con un escenario político abierto y un frente financiero inestable, la industria enfrenta un cierre de trimestre sin margen para grandes recuperaciones; los próximos meses probablemente mantengan un ritmo de actividad moderado y dispar entre sectores, como se viene observando desde principio de año”.
Por un lado, los salarios reales del sector registrado anotaron un virtual estancamiento en lo que va del 2025, con una baja real del 0,1% (el IPC acumuló 17,2% entre enero y julio y los salarios registrados repuntaron un 17,1%). Eso evitó que lograran recuperar lo perdido durante el año pasado. Así, tal como destacó Vectorial, entre noviembre del 2023, previo a la asunción del actual Gobierno, y julio de este año, cayeron un 5,2% real. Aunque el crédito traccionó a la actividad, con subas en los préstamos durante 17 meses seguidos, eso se frenó en septiembre, por la alta tasa de interés, tal como publicó esta semana el BCRA, con una baja del 1,8% real desestacionalizado. Este miércoles la tasa mostró una nueva dinámica alcista.
Desde el Ministerio de Economía celebraron los datos que mostró el Índice de Producción Industrial (IPI manufacturero) que publicó el Indec este miércoles, con datos correspondientes a agosto. Dijeron: “En el acumulado de los primeros ocho meses de 2025, el Índice de Producción Industrial Manufacturero registró un aumento de 4,4% en comparación con igual período de 2024. Por otra parte, en agosto de 2025 creció 0,6% con respecto al mes anterior”.
Sobre la primera de esas comparaciones, vale destacar que la medición interanual acumualada es contra los primeros ocho meses del 2024, un período que dejó una base especialmente baja, luego del fuerte impacto que generó la suba del dólar del 118% en diciembre del 2023, a días de la asunción del nuevo Gobierno, que dejó un pico inflacionario y una escenario recesivo. En particular, y sin contar el piso histórico del primer semestre pandémico en 2020, entre enero y junio del 2024 el IPI promedió su peor nivel de toda la serie histórica, incluso 6,1% por debajo del nivel de producción promedio de la primera mitad del 2019, el segundo peor desempeño fabril histórico, según los datos del Indec.
Sobre la segunda comparación celebrada por el Gobierno, es relevante remarcar que el “crecimiento” del 0,6% vino después de sendas bajas de 1,5% mensual desestacionalizado en junio y de 2,2% en julio. Entre ambas totalizaron un virtual desplome del 3,8% en solo dos meses. La mejora del 0,6% dejó al sector industrial un 3,1% por debajo de mayo, es decir en la previa a ese derrumbe productivo. La comparación empeora si se la hace contra fin del año pasado, dato que da cuenta del desempeño a lo largo del año para la industria: cayó un 3,4% desestacionalizado.
La construcción sigue estancada y así no revierte el golpazo del 2024
La construcción mostró una mejora del 0,5% mensual desestacionalizado en agosto, tal como informó el Indec, aunque quedó apenas 0,1% por encima de los niveles de diciembre del 2024, lo que denotó un virtual estancamiento en lo que va del año para el sector. Ese relativo empate hizo que el sector no pudiera recuperar lo perdido durante un 2024 en el que el freno a la obra pública generó un impacto masivo. De hecho, en agosto del 2025 acumuló una caída extraordinaria del 20,1% desestacionalizado, según los propios datos oficiales.
Además, tal como destacó la agencia Noticias Argentinas, las grandes empresas del sector, relevadas por el Indec, muestran expectativas desfavorables con respecto al nivel de actividad esperado para el periodo septiembre-noviembre de 2025: “El 64,9% de las empresas que realizan principalmente obras privadas prevé́ que el nivel de actividad del sector no cambiará durante los próximos tres meses, mientras que 27,7% estima que disminuirá́ y 7,4%, que aumentará. Entre las empresas dedicadas fundamentalmente a la obra pública, 60% opina que el nivel de actividad no cambiará durante el periodo septiembre-noviembre de 2025, mientras que 28,9% cree que disminuirá́ y 11,1%, que aumentará”.