Por el bajo consumo de los hogares y con la suba de la tasa de interés como marco hacia los últimos días del mes, la utilización de la capacidad instalada cayó 1,3 puntos respecto a la de julio del 2024. Solo en 2020 se observó un registro peor al de este año que, con un 58,2% de uso de las maquinarias, sigue bien lejos de los niveles óptimos. El dato va de la mano con la baja del empleo privado. La UIA y las pyme reclamaron políticas industriales, luego de la cadena nacional
El escenario recesivo en el que ingresó la economía a partir de febrero mostró su impacto sobre la industria en julio: el uso de maquinarias fabriles fue de apenas el 58,2%, el segundo peor registro de la serie histórica, solo detrás del julio del 2020 pandémico, todavía dentro del pozo que generó la cuarentena sobre la actividad económica. La baja respecto a julio del 2024 fue de 1,3 puntos y de esa forma la utilización de la capacidad instalada en la industria se alejó más de los niveles óptimos que podrían hacer pensar en una mejora en la inversión. El dato fue de la mano con la baja del empleo del 0,2% que proyectó la Secretaría de Trabajo para el mes. Tanto la UIA como el sector pyme reclamó políticas industriales, tras la cadena presidencial.
Según los manuales, el nivel óptimo de uso de la capacidad instalada ronda entre el 70% y el 80%. Recién en ese punto se empieza a considerar que las empresas podrán buscar adelantarse a potenciales cuellos de botella productivos mediante la inversión en nuevas capacidades. Ese es, por cierto, el punto en el que el Gobierno espera que se impulse el PBI para crecer al 5% anual en los próximos años.
El Indec publicó este martes el informe de Utilización de la Capacidad Instalada en la Industria (UCII), que mostró que, como durante todo el año, el uso de las maquinarias sigue firme por debajo del 60% y en baja. Este miércoles el mismo Indec publicará los números de la inversión del segundo trimestre del año (también los de variación del PBI y el consumo, entre otros). El 58,2% de julio del 2025 estuvo 1,3 puntos por debajo del 59,5% del mismo mes del año pasado. Y no hubo ningún otro julio tan malo en toda la serie histórica, que arranca en 2016, excepto el 56,8% del 2020.
Los números de uso de la maquinaria fabril van de la mano con los del empleo registrado del sector privado, que, según la Secretaría de Trabajo, a partir de los números del SIPA, cayó un 0,2% mensual en junio, en la que fue la peor contracción desde el derrumbe del primer trimestre del 2024. Para julio, la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) que Trabajo realiza entre empresas de más de 10 empleados, indicó que se espera otra baja del 0,2% mensual.
Dejando de lado esa proyección, hasta junio, tal como detalló el investigador de la CTA-Autónoma Luis Campos, el sector privado registrado perdió 113.991 puestos, empezando a contar desde noviembre del 2023, una baja del 1,8%. Si se suma al sector público, se llega a una destrucción de 117.191 puestos asalariados de calidad. En la industria se perdieron 35.200 puestos en ese período.
Desde la UIA y también desde el sector pyme industria, más precisamente desde Industria Pymes Argentinos (IPA), tras el discurso presidencial del lunes, reclamaron políticas para el sector fabril. El presidente de la UIA, Martín Rappallini, afirmó que, más allá de la relevancia del equilibrio fiscal, también será necesario avanzar en tres aspectos para que la estabilidad macro se traduzca en mejoras productivas: la competitividad sistémica, con reformas que reduzcan costos, lo que incluye más infraestructura y financiamiento; nivelar la cancha respecto al exterior, lo que implica no abrirse a importaciones a una velocidad mayor; y mirar la micro, con mirada en las tasas y el crédito.
Desde IPA, Daniel Rosato remarcó que las palabras del Presidente de la Nación, donde habla de una receta para controlar el equilibrio fiscal, no tienen como ingrediente la industria, las exportaciones, el mercado interno ni las fuentes de trabajo”.