El sindicato petrolero confirmó una medida de fuerza que paralizará la Cuenca Neuquina. Acusan a las empresas de dejar trabajadores en la calle
El Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa confirmó un paro total de 48 horas con afectación directa en la producción de Vaca Muerta, una de las principales zonas energéticas del país. La medida será implementada el jueves 31 de julio y el viernes 1 de agosto, aunque el impacto comenzará a sentirse desde el miércoles 30 a las 20 hs, cuando se realice el recambio de turnos.
La huelga fue formalizada ante la Secretaría de Trabajo de la Nación, dependiente del Ministerio de Capital Humano, y representa la respuesta del gremio ante lo que consideran un ajuste sin precedentes en el sector: 1200 despidos y 2000 trabajadores licenciados cobrando únicamente el sueldo básico.
Rucci: “Esto es un golpe muy duro para los trabajadores”
El secretario general del sindicato, Marcelo Rucci, fue quien encabezó la decisión luego de ser reelecto al frente del gremio en unos comicios con lista única y alta participación (80% del padrón).
“Hemos tratado de que la gente quede trabajando, no hemos sido escuchados y nos obligan a recurrir a esto”, advirtió tras las elecciones. El dirigente, sucesor de Guillermo Pereyra, denunció que mientras las empresas logran resultados récord, los trabajadores están siendo despedidos sin miramientos.
“Es muy difícil de explicar que en el mejor momento de Vaca Muerta haya despidos. Las empresas lograron producir en 2025 lo que proyectaban para 2026, pero no gotea a los trabajadores”, criticó.
“Nos tiran a la calle sin contemplaciones”
Rucci fue tajante al señalar que la situación es crítica, no solo por los despidos, sino por la falta de planificación entre el presente y las inversiones futuras: “Se apostó a los ductos al Atlántico, pero faltó un puente entre el hoy y lo que se viene en 2026. Ese vacío lo pagan los trabajadores”.
Para el gremialista, la decisión de las empresas responde a una estrategia de recorte de personal mientras esperan un nuevo ciclo de crecimiento.
“Quieren sacarse la gente de encima hasta el año que viene. Esto es un golpe muy duro. No es que pierdan plata, es que dejan de ganar lo que venían ganando”, sostuvo.
Coordinación sindical y respuesta política
Ante la crisis, Rucci se reunió la semana pasada con sus pares de Chubut, Jorge Ávila, y Santa Cruz, Rafael Güenchenen, con quienes acordó una estrategia común frente al deterioro de la actividad. También resolvieron crear una mesa de seguimiento para actuar de manera coordinada ante eventuales conflictos en las distintas cuencas.
Por su parte, la Federación de Cámaras del Sector Energético (Fecene) logró mantener un encuentro con operadoras, en el que también participó el gobernador Rolando Figueroa. De esa reunión surgió la Mesa de Competitividad de Vaca Muerta, que busca abordar la situación desde distintos frentes: contratación local, reactivación de empleos suspendidos y obras de infraestructura clave como las rutas viales.
“Vamos a seguir defendiendo a los trabajadores”
A pesar del clima tenso, Rucci ratificó su compromiso de continuar en la línea de defensa sindical que sostuvo durante su gestión: “La gente votó por seguir defendiendo salarios, condiciones laborales y seguridad. Este respaldo nos obliga a redoblar los esfuerzos”.
El paro en Vaca Muerta marca un punto de inflexión en el vínculo entre los trabajadores y las operadoras, en un contexto donde la actividad no se detuvo, pero las señales de ajuste encendieron todas las alarmas.