Cambios en ciencia: el Gobierno tomó el control de la Agencia I+D+i

Con un decreto publicado de madrugada, el Ejecutivo se asegura el control de la Agencia que administra fondos estratégicos de innovación

 

 

El Ejecutivo avanzó con una profunda reestructuración en la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i), un organismo clave para el financiamiento de la ciencia y la tecnología en Argentina. El Decreto 447/2025, publicado en la madrugada en el Boletín Oficial, oficializa cambios de fondo en su funcionamiento y conducción.

A partir de ahora, la Agencia pasará a depender de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología y sus autoridades —presidente y directores— serán designadas directamente por el Poder Ejecutivo, a propuesta de esa Secretaría.

 

Menos cargos, más centralización

Uno de los puntos más destacados de la reforma es la reducción del directorio: se eliminaron ocho de los diez vocales que integraban la conducción del organismo, quienes trabajaban ad honorem. Según el Gobierno, el objetivo es “mejorar su funcionamiento”, reducir la estructura, transparentar gastos y avanzar en un esquema más ágil.

“Eliminamos trabas burocráticas que ralentizan el cumplimiento de sus objetivos”, justificaron desde la Jefatura de Gabinete.

Ahora, el directorio estará conformado por un presidente y dos directores, que actuarán bajo parámetros de representación sectorial y con funciones ad honorem. El presidente, en cambio, tendrá rango de secretario y será el responsable máximo del ente.

 

Control oficial sobre el financiamiento científico

La Agencia I+D+i es el organismo que maneja tres fondos estratégicos para el desarrollo del sector: el Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica (FONCyT), el Fondo Tecnológico Argentino (FONTAR) y el Fondo Argentino Sectorial (FONARSEC).

Con esta nueva normativa, el Gobierno se reserva la designación, remoción y lineamientos estratégicos de quienes decidirán sobre la asignación de estos fondos. Además, el nuevo esquema apunta a promover la cooperación público-privada, incorporar esquemas de fondos de inversión, e incluso establecer criterios de riesgo y recupero económico en proyectos financiados.

 

Nuevas funciones y mayor control presupuestario

Entre las atribuciones formales que ahora tendrá la Agencia, se incluye la representación legal del organismo, la gestión financiera y patrimonial, la administración del personal y la facultad de actuar en juicio. También podrá aceptar donaciones y subsidios nacionales o extranjeros, elaborar la Memoria Anual e intervenir en la elaboración del presupuesto.

La normativa faculta además al presidente a requerir asistencia de otros organismos públicos para cumplir los objetivos definidos por el Comité Directivo.

 

Un cambio en medio de tensiones con la comunidad científica

El rediseño institucional llega meses después de que, en septiembre de 2024, renunciara el último titular de la Agencia I+D+i, en medio de tensiones con la comunidad científica por recortes presupuestarios y demoras en los desembolsos. La reestructuración ocurre, además, tras la degradación del Ministerio de Ciencia a Secretaría, en el marco del ajuste impulsado por el Gobierno.

En los considerandos del decreto, el Ejecutivo señala que los cambios apuntan a “desarrollar actividades en el contexto del desarrollo científico, tecnológico e innovación productiva”, aunque el recorte de representación dentro del directorio genera preocupación en sectores académicos y científicos.

El nuevo esquema coloca en manos del Poder Ejecutivo el control directo del diseño, ejecución y evaluación de la política de promoción científica, un punto que podría reactivar el conflicto con investigadores y universidades.

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