Llega el fenómeno de El Niño a la Argentina: alertan por posibles cambios en las lluvias y temperaturas

El Servicio Meteorológico Nacional pronostica condiciones neutrales para el trimestre junio y agosto, con temperaturas más altas de lo normal y lluvias por debajo del promedio en gran parte del país

 

 

Aunque el fenómeno de El Niño regresó en el trimestre abril y junio, su impacto sobre el clima en la Argentina durante el invierno será limitado. Así lo advirtió el último informe estacional del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), que señala condiciones “neutrales” para los meses de junio, julio y agosto, con probabilidades equitativas en cuanto a temperaturas y precipitaciones.

El Niño es un evento climático que ocurre cuando las temperaturas de la superficie del océano Pacífico tropical se elevan de forma anómala, modificando los patrones meteorológicos globales. En Sudamérica, puede generar lluvias intensas, aumento de temperaturas y fenómenos extremos. Sin embargo, este año no se espera un protagonismo marcado.

Según el SMN, durante el invierno argentino predominarán las temperaturas superiores a las habituales, sobre todo en la región central y sur del país. Desde Buenos Aires hasta Tierra del Fuego, la probabilidad de temperaturas por encima de lo normal varía entre 40% y 55%, especialmente en áreas como Neuquén, Santa Cruz y el norte de la Patagonia, donde las medias invernales suelen oscilar entre los 2 y 6 grados.

En cuanto al Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), se registró recientemente un frente frío que dejó mínimas cercanas a los 0°C, aunque los expertos aclaran que estos eventos no contradicen el pronóstico general: el informe se refiere a tendencias de temperatura media, no a episodios aislados de frío extremo.

Respecto a las lluvias, el panorama es diverso. El SMN estima que gran parte del país tendrá precipitaciones por debajo del promedio, sobre todo en el norte y centro de la Patagonia, la región de Cuyo y el Noroeste argentino, que atraviesa su estación seca. En contraste, se esperan lluvias por encima de lo normal en provincias como Chaco, Formosa, Córdoba, Corrientes y Santa Fe, donde podrían acumularse entre 200 y 300 mm durante el trimestre invernal.

Especial atención merece el Litoral y el norte de la provincia de Buenos Aires, donde la probabilidad de lluvias por encima del promedio asciende hasta un 55%. En estas regiones, las intensas precipitaciones podrían reactivar los problemas de anegamientos, como los registrados semanas atrás cuando cayeron más de 400 mm en pocas horas.

A pesar de la presencia previa de El Niño, los modelos estadísticos y dinámicos apuntan a una probabilidad del 83% de condiciones neutrales para el trimestre mayo y julio. Esto significa que no hay un forzante claro en los patrones climáticos, por lo que las previsiones responden más a variaciones locales que a un fenómeno global.

No obstante, los especialistas recomiendan mantener la vigilancia, ya que el cambio climático sigue alterando los patrones estacionales y puede amplificar tanto las olas de calor como los fenómenos de precipitación intensa, incluso en contextos de neutralidad oceánica.

Las condiciones de invierno más cálidas podrían influir en el consumo energético, la agricultura y la salud pública, sobre todo en lo que respecta a enfermedades respiratorias, cuya incidencia aumenta con los cambios abruptos de temperatura. Asimismo, la disminución de lluvias en zonas productivas podría afectar el rendimiento de cultivos como el trigo, mientras que el exceso hídrico en otras regiones obligará a redoblar la atención sobre sistemas de drenaje y alerta temprana.

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