La directiva secreta por parte del ente que monitorea Santiago Caputo instruyó a los agentes de inteligencia a recolectar información sobre actores sociales, económicos y políticos que puedan influir en el electorado. La vigilancia también incluye a actores extranjeros
Después de que el periodista Alconada Mon expusiera el Plan de Inteligencia Nacional (PIN) cuya tarea consiste en la vigilancia de periodistas u opositores al oficialismo, el mismo, tras acceder a una directiva secreta, advirtió que la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), bajo el control de Santiago Caputo, ordenó a fines de enero identificar y monitorear a los “grupos sociales vulnerables y actores no estatales” que puedan aprovechar “la creciente polarización política para expandir su influencia” en la Argentina.
La instrucción, firmada por el director general de Operaciones, Diego Kravetz, que integra el Plan de Inteligencia Nacional (PIN), también apunta a evaluar “capacidades y motivaciones” de esos grupos, así como su impacto en la estructura institucional del país. Además, extiende la vigilancia a actores estatales extranjeros que podrían ejecutar “ciberataques, operaciones de desinformación y financiamiento a actores políticos” locales, aunque no especifica nombres ni países.
El periodista y redactor de La Nación reveló que el documento de 170 páginas, elaborado por la conducción de la SIDE que encabeza Sergio Neiffert, establece como objetivo detectar a quienes “erosionen” la confianza pública en las políticas del Gobierno o propaguen desinformación. En él se incluyen como posibles blancos de vigilancia a quienes puedan manipular la opinión pública en procesos electorales, es decir, que podría involucrar a periodistas, analistas o críticos del oficialismo.
Días atrás, el periodista Hugo Alconada Mon denunció intentos de hackeo en sus cuentas de WhatsApp y X, además de recibir amenazas en redes sociales. A ello se suman denuncias sobre presiones a otros referentes públicos, lo que refuerza la inquietud por el uso discrecional del aparato de inteligencia.
Tras la filtración del PIN, la Oficina del Presidente emitió un comunicado en el que confirmó su existencia pero negó que se utilice la SIDE para “perseguir opositores, periodistas o adversarios políticos”. A su vez, el texto oficial rechazó “las versiones periodísticas” sobre el PIN sin brindar aclaraciones y, en esa línea, Milei culpó al “90% del periodismo” de ser “los mayores creadores de noticias falsas en la historia de la humanidad”.