El Senado exigió al Gobierno un informe urgente sobre la situación crítica del Hospital Garrahan

El senador nacional Mariano Recalde presentó un pedido formal para que el Ejecutivo responda sobre el vaciamiento de la principal institución pediátrica del país. Alertan por la pérdida de personal, la falta de insumos y salarios por debajo de la línea de pobreza

 

 

Mientras el Hospital de Pediatría “Prof. Dr. Juan P. Garrahan”, principal centro de atención infantil de alta complejidad de la Argentina, atraviesa una crisis sin precedentes, el senador Mariano Recalde envió un pedido de informe al Poder Ejecutivo Nacional que exige explicaciones sobre la grave situación que enfrenta la institución. “Están vaciando un hospital donde se tratan niños con cáncer. No hace falta agregar más”, sentenció.

El documento, presentado en el Senado, remarca la renuncia de más de 200 profesionales desde fines de 2024, muchos de ellos médicos especialistas formados en el propio hospital. La falta de reposición del personal genera una sobrecarga crítica para quienes aún sostienen el funcionamiento del Garrahan, llegando incluso a casos donde un solo médico debe atender a 30 pacientes por noche sin apoyo suficiente.

Asimismo, desde el recinto exponen que “profesionales y gremios denuncian que se está produciendo un vaciamiento progresivo sin precedentes, sin el debido reconocimiento institucional ni diálogo formal”.

El deterioro salarial es otro eje que se aborda en el misivo: “Los residentes del hospital que cumplen jornadas semanales superan las 60 horas y hasta seis guardias de 24 horas al mes. Perciben ingresos congelados en torno a los $797.061, cifra que no alcanza a cubrir la canasta familiar”, remarcan. “Médicos de planta y técnicos denuncian sueldos por debajo del umbral de pobreza”, agrega.

A esto, se le suman denuncias problemas estructurales que reflejan un duro ajuste de presupuesto, entre ellos, “la falta de reposición de insumos médicos, la precarización de servicios y la postergación de tareas de mantenimiento”. El hospital, que atiende cada año a más de 600.000 niñas y niños y concentra el 40% de los tratamientos oncológicos infantiles del país, está viendo amenazada su capacidad operativa.

“El Gobierno debe explicar con urgencia cuál fue la ejecución presupuestaria asignada, qué medidas adoptó ante la pérdida de personal y qué acciones piensa tomar para garantizar la continuidad de los servicios esenciales”, exigió Recalde. Y concluyó: “Acompañamos esta lucha y vamos a insistir por todas las vías hasta que den una respuesta”.

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