Durante once semanas, Israel no permitió ningún envío de ayuda a la Franja de Gaza. Hace unos días, empezaron a circular de nuevo algunos camiones
Tras once semanas de bloqueo total, el Gobierno de Benjamín Netanyahu ha cedido: desde principios de esta semana, está permitida la entrada de camiones en la Franja de Gaza con el fin de suministrar ayuda a la sufrida población. Según Netanyahu, se trata de algo importante para garantizar el apoyo internacional.
¿Cuántos envíos de ayuda están llegando actualmente a Gaza?
Según la autoridad de coordinación israelí COGAT, entre el 20 y el 22 de mayo de 2025 un total de 198 camiones cargados con suministros de ayuda atravesaron el paso de Kerem Shalom, en el triángulo fronterizo de Egipto, Israel y la Franja de Gaza. Los días 20 y 21 de mayo, fueron inspeccionados 98 camiones. El jueves 22 de mayo, otros 100. Los vehículos transportaban ayuda humanitaria, como harina, alimentos infantiles, material médico y medicamentos.
Todo esto suena a que se está produciendo movimiento, pero, en realidad, se trata tan solo de un goteo: durante el alto el fuego de principios de año, hasta 600 camiones con suministros de ayuda cruzaban diariamente la frontera de la Franja de Gaza para abastecer a los aproximadamente dos millones de palestinos.
Hasta ahora, la reanudación de las entregas apenas ha logrado alivio alguno: los equipos de la ONU informan de que los primeros camiones del Programa Mundial de Alimentos (PMA) no llegaron a Gaza hasta el jueves por la noche para entregar harina a un puñado de panaderías.
El cargamento llevaba mucho tiempo atascado en los puntos de recogida debido a la falta de autorizaciones de seguridad. “Hemos conseguido distribuir los primeros suministros de ayuda en Gaza. Es un pequeño rayo de esperanza, pero demasiado poco en vista de las necesidades. Se necesitarían cientos de camiones cada día, que están listos para pasar la frontera”, dice a DW Martin Frick, responsable del Programa Mundial de Alimentos de la ONU en Alemania.
¿Dónde se acumulan los suministros?
El PMA tiene más de 116.000 toneladas de alimentos en Egipto, Jordania e Israel, suficientes para alimentar a un millón de personas durante unos cuatro meses. Según el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente, hay además casi 3.000 camiones completamente cargados listos para partir en cualquier momento.
Pero es poco lo que se mueve desde el depósito de suministros hasta el centro de distribución. En Kerem Shalom, el único paso fronterizo abierto en la actualidad, hay que descargar todas las mercancías y volver a cargarlas en otros camiones. Los convoyes de la ONU tienen que esperar en un punto de encuentro, situado río arriba, hasta que la coordinación militar israelí dé el visto bueno de seguridad a la ruta que tienen prevista. Si no queda aprobada, el convoy permanece en el punto de almacenamiento. Los palés de comida para bebés y harina se amontonan, mientras que los hornos de los comedores de beneficencia del norte hace tiempo que están fríos.
¿Quién distribuye la ayuda?
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) sigue siendo el principal actor: gestiona los refugios de emergencia y ha llenado los 3.000 camiones bloqueados. El Programa Mundial de Alimentos adquiere harina, organiza convoyes y gestiona 25 panaderías en la Franja de Gaza, aunque estas tuvieron que cerrar a finales de marzo por falta de combustible. Las primeras panaderías pudieron reanudar su actividad el 22 de mayo. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) aportan alimentos especiales, vacunas y material quirúrgico.
Las Sociedades de la Media Luna Roja egipcia, jordana, catarí, emiratí y turca, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y decenas de oenegés internacionales, como Islamic Relief, les prestan su apoyo. En cuanto a la ayuda bilateral procedente de países de la Unión Europea o de Estados Unidos, acaba en el mismo cuello de botella, ya que Israel hace pasar cada envío por su propio régimen de inspección. Por otro lado, el Gobierno israelí, junto con empresas estadounidenses, planea crear varios “centros seguros” en el sur, donde fuerzas de seguridad privadas se encargarán de la distribución. La ONU, por su parte, rechaza este modelo porque considera que no es neutral.
¿Por qué se acumula el material?
Por un lado, se trata de una cuestión de bloqueo y burocracia. Israel justificó el bloqueo total el 2 de marzo alegando que la organización islamista Hamás, clasificada como terrorista por Alemania y muchos otros países del mundo, estaba saqueando los suministros de ayuda. Finalmente, tras la masiva presión internacional, acabó permitió importaciones limitadas “hasta el comienzo del nuevo sistema de distribución”. El problema es que, mientras la ONU e Israel siguen discutiendo sobre quién es responsable de qué, todos los palés permanecen en los centros provisionales de almacenamiento.
Por otro lado, es un problema de seguridad y gasóleo: dentro de Gaza, los bombardeos, los saqueos y las carreteras destruidas obstaculizan los convoyes. Y, además, sin gasóleo, no se puede recoger la harina ni hacer que funcionen las cadenas de frío. Como resultado de esta situación, las pocas cargas autorizadas están varadas en los depósitos, mientras que los precios del pan se han disparado.
¿Puede haber entregas por mar?
El corredor de ayuda por mar abierto en la primavera de 2024 bajo el liderazgo de Chipre (“Amalthea”) no es una ruta de suministro fiable. Aunque la primera entrega de prueba, el 17 de marzo de 2024, llevó unas 100 toneladas de alimentos a un muelle temporal al norte de Gaza, los operadores interrumpieron sus viajes tras el ataque aéreo israelí contra un convoy de la World Central Kitchen (WCK) a principios de abril de 2024.
Al mismo tiempo, el Ejército estadounidense desplegó un muelle flotante frente a Gaza en mayo de 2024. Inicialmente, se habían previsto entre 90 y 150 cargas de camiones al día. De hecho, casi 9.000 toneladas de suministros de socorro llegaron a tierra en 20 días de operación. Sin embargo, los daños meteorológicos, los problemas de seguridad y los saqueos provocaron repetidas interrupciones y, el 17 de julio de 2024, el Pentágono declaró finalmente terminada la misión. Las iniciativas actuales de las oenegés también están fracasando debido al bloqueo. Por ejemplo, el barco “Conscience” de la “Freedom Flotilla Coalition” fue alcanzado por drones frente a Malta el 2 de mayo de 2025, cuando se dirigía a Gaza, y tuvo que regresar averiado. Desde entonces, ningún cargamento de ayuda civil ha llegado a la Franja de Gaza.
¿Qué significa la situación actual para la población?
Incluso antes del bloqueo, más de dos tercios de la población dependían de la ayuda alimentaria exterior. La congelación total durante once semanas ha agravado la situación.
Según un análisis de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el 93 por ciento de la población (1,95 millones de personas) se encontraba en situación de crisis o peor (fase 3 o superior de la CIP) entre el 1º de abril y el 10 de mayo. De ellos, el 12 por ciento (244.000 personas), se encuentran en la fase catastrófica 5 (condiciones similares a la hambruna), y el 44 por ciento (925.000 personas), en la fase 4 (situación de emergencia).
En términos puramente matemáticos, el enclave necesita unas 1.300 toneladas diarias de alimentos para proporcionar a 2,2 millones de personas una media de 2.100 calorías diarias. Un camión de ayuda estándar tiene capacidad para unas 25 toneladas, lo que significa que se necesitarían entre 50 y 60 camiones al día sólo para alimentos. Como también hay que importar agua, combustible, medicinas y productos de higiene, las organizaciones de la ONU calculan que se necesitan al menos 500 camiones diarios. Si la afluencia se mantiene en 100 camiones y la distribución sigue sin resolverse, Gaza corre el riesgo de caer oficialmente en hambruna en las próximas semanas.