El juez de la Corte Suprema había anticipado que la intención del tribunal es acelerar la definición para antes de la feria judicial. Un fallo adverso impediría a la expresidenta ser candidata
La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner recusó este lunes al juez de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti, quien adelantó en una entrevista televisiva su intención de avanzar rápido en una definición de la llamada causa Vialidad. Es evidente que si, como desliza el supremo, el tribunal confirma la condena contra CFK antes de la feria judicial de julio, eso implicaría sacarla de la cancha electoral, además de que se podría hacer efectiva su detención. En los hechos, el expediente todavía no circula por los despachos de los ministros.
En 14 páginas, los abogados de la exmandataria, Carlos Beraldi y Ary Llernovoy, transcriben notas periodísticas en las que Lorenzetti hizo trascender o directamente habló de acelerar los tiempos en el expediente sobre la construcción de rutas en Santa Cruz. En la historia de esta causa, la realidad es que toda la Corte permitió desmanejos y anomalías, como que el juicio oral empezara sin que hubiera un solo peritaje terminado respecto de las 51 obras cuestionadas. Tampoco impidió que intervinieran jueces vinculados al expresidente Mauricio Macri, quien estaba muy interesado en que avanzara contra la actual presidenta del PJ. Son parte de los cuestionamientos por los que la defensa de CFK pide que el alto tribunal analice arbitrariedades y violaciones constitucionales cometidas durante el proceso. Objeta, además, la introducción de pruebas (falsas) después del juicio, sin permitirle a ella responder sobre esas evidencias presentadas cuando las audiencias ya habían terminado.
“Dejarme fuera…”
La recusación contra Lorenzetti fue anunciada por la propia expresidenta en la red “X”. Aludió a que sus declaraciones en una entrevista en A24 el 1 de mayo último “no hacen más que confirmar las veladas amenazas ‘en off’ vertidas en el diario Clarín el día anterior a la votación del pliego del juez Ariel Lijo en el Senado de la Nación”. Cuando se veía venir el rechazo de ese nombramiento en el Senado, ese medio decía que Lorenzetti —quien había impulsado la postulación de Lijo— propondría en el acuerdo debatir “rápido el recurso de queja de Cristina Fernández de Kirchner”. “Estos hechos —dice el tuit de la expresidenta— fueron denunciados por una Senadora Nacional en la sesión pública y no sólo nunca fueron desmentidos, sino que, casi un mes después, son increíblemente ratificados por el propio Lorenzetti en un reportaje. Las interpretaciones de terceros ajenos al respecto no dejan lugar a dudas acerca del verdadero objetivo que persigue el funcionario recusado: dejarme fuera del proceso electoral inminente y en el cual, además, ya comenzaron a correr los plazos”.
La idea de recusar a Lorenzetti surgió ya con la aparición de aquella nota en Clarín que decía, recuerda el planteo de la defensa, que “Lorenzetti considera que este caso políticamente clave se puede votar en el primer semestre antes de entrar de lleno en la campaña electoral de los comicios legislativos del 26 de octubre”. La senadora Anabel Fernández Sagasti -repasa el escrito- denunció al otro día “que su espacio estaba recibiendo extorsiones directas por parte del ministro Lorenzetti, en cuanto a que si se rechazaba el pliego del juez Lijo, a la brevedad la Corte dictaría un fallo que dejaría firme la condena de CFK”.
Lo que aquella publicación citaba de Lorenzetti en “off” pasó a ser explícito en una entrevista con Luis Novaresio en la que el magistrado dijo lo mismo cuando el periodista le preguntó si el alto tribunal fallaría en el caso Vialidad antes de las elecciones: “Deberíamos. Porque no hay ninguna razón para demorarlo más”, sostuvo el magistrado. Antes de eso, señaló que “la Corte interviene” en la cuestión de fondo solo “en casos extremos donde hay violaciones constitucionales” pero según su visión “la Cámara de Casación ya opinó, denegó los recursos extraordinarios y lo que tenemos que analizar en esta Corte es si está bien o mal denegado el recurso”. “Si la queja no es procedente porque ya hubo una revisión importante y no hay grandes fallas en esa revisión entonces ahí se termina. Ese tema es el que tenemos que tratar y no el fondo”, dijo, como quien sugiere que ya tiene su determinación.
También señala la defensa que este juez del alto tribunal “ha mantenido múltiples reuniones de carácter privado con Javier Milei desde que éste asumió la Presidencia de la Nación”. En esos encuentros, “fuera de cualquier agenda oficial”, “propuso al titular del Poder Ejecutivo” que nombrara al juez federal, con el objetivo –denuncia el planteo– de conformar una nueva mayoría” y volver a lograr su designación como presidente del tribunal.
Razones para ir al fondo
Más allá de las críticas a Lorenzetti, lo que correspondería es que la Corte acepte el recurso presentado por Beraldi y LLernovoy y aborde las irregularidades del expediente Vialidad que se plantearon en reiteradas oportunidades a lo largo de los años. Es más, en 2019 el máximo tribunal amagó con postergar el juicio oral porque la defensa de CFK y otras plantearon que estaban por empezar las audiencias con solo 5 peritajes ordenados de 51 casos cuestionados y que para colmo estaban a medio hacer. El 15 de mayo de ese año la Corte pidió el expediente para opinar sobre la cuestión de la falta de pericias. El escándalo mediático fue tal, que los supremos devolvieron el expediente a las 24 horas y dijeron que opinarían cuando hubiera un fallo. O sea, ahora.
Las pericias sobre las 46 obras restantes no se hicieron, ni se compararon esos tramos con otras rutas de otras partes del país, construidas por otras empresas. En el medio del juicio, se descubrió que dos de los jueces de Casación que intervinieron en la causa, Mariano Borinsky y Gustavo Hornos, habían mantenido numerosas reuniones reservadas con Macri, verdadero impulsor de la persecución contra Cristina. En algunos casos en Olivos, otros en Casa Rosada. A veces bajo la excusa de partidos de fútbol, tenis o padel. La defensa de CFK sostuvo que se trataba de casos de parcialidad de los jueces. La Corte dijo que resolvería la cuestión cuando hubiera un fallo. O sea, ahora.
Y, finalmente, Página/12 publicó las fotos que demostraban que uno de los jueces del Tribunal Oral y el fiscal jugaban al fútbol en la quinta Los Abrojos de Macri, en un equipo que también integraba un juez de la Cámara Federal. La respuesta fue la misma: la Corte intervendría cuando hubiese un fallo.
Lo asombroso es que ahora Lorenzetti propugna que la Corte no intervenga y se limite a confirmar la condena a 6 años de prisión e inhabilitación perpetua de Cristina. Hay que ver qué dicen Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, que de alguna manera sostuvieron que las cosas se revisarían cuando el expediente y el fallo les llegara.
En el recurso ante la Corte, la defensa de Cristina incluyó más asuntos de carácter federal. Por ejemplo, se incorporó a la sentencia el dictado del decreto 54/2009 que permitía pagar obras en todo el país con un fondo fiduciario que se constituyó con una tasa a la venta de gasoil. Se acusó a Cristina de que firmó el decreto para pagarle a Lázaro Báez. Esa imputación no se debatió nunca en el juicio, por lo tanto, CFK tampoco se pudo defender. Lo impactante es que se pagaron centenares de obras en toda la Argentina y el decreto sigue vigente. Otro cuestionamiento de Beraldi y Llernovoy es que los fiscales usaron en su alegato los chats de otro juicio, el de los bolsos que José López tiró en el convento de General Rodríguez. La pericia del celular de López no se hizo ni se verificó en el juicio y, el contenido (inocuo) de los chats nunca se trató en las audiencias. Cuando Cristina pidió declarar, se lo prohibieron. Los fiscales sostuvieron que los chats evidenciaban una reunión entre Báez y CFK en Río Gallegos, pero la defensa probó después que esa reunión no existió.
La clave de la causa Vialidad es, entonces, una extensa serie de anomalías que la Corte dijo que trataría y hasta el momento no trató. Más aun teniendo en cuenta que se trata de la condena de quien fuera dos veces presidenta, una vez expresidenta, y titular del principal partido de oposición. Más allá de la discusión central, lo primero que tendrá que hacer la Corte es resolver la recusación. Si hay coincidencia entre los tres jueces para rechazar in límine podrían hacerlo al mismo momento de fallar, o antes también. Si hay discrepancias y deberían llamar un conjuez. Hay chances, a su vez, de que Lorenzetti haga su propia defensa. Está pendiente también la opinión del Procurador Interino Eduardo Casal, quien debe decidir si sostiene o no la queja del fiscal Mario Villar, quien pidió elevar la pena impuesta por Casación de 6 a 10 años y usar la figura de asociación ilícita. Enviaría su dictamen en 15 o 20 días. Se sabe que no es vinculante, pero es relevante.
Lo que será determinante también es la fecha que elija la Corte para fallar. El cierre de listas, donde podría entrar CFK como candidata a legisladora bonaerense, sería a fin de julio. Una vez elegida, ya tendría inmunidad. Las elecciones bonaerenses son el 6 de septiembre. La Corte, en lo formal, no tiene plazos. Habrá que ver qué señal política quieren dar.