Las placas sirven para identificar a cada vehículo que circula por el país. Durante este mes, varios modelos quedan exentos de pagar su respectivo impuesto
Las patentes son una herramienta fundamental para identificar a cada vehículo que circula por el país. Además de cumplir una función legal y registral, permiten saber datos clave como el modelo y año de fabricación, lo que resulta esencial, por ejemplo, al momento de comprar un auto usado. En Argentina, este sistema es gestionado por la Dirección Nacional del Registro de la Propiedad del Automotor (DNRPA), dependiente del Ministerio de Justicia.
Desde 2016, el formato vigente combina letras y números de manera estandarizada: 2 letras, 3 números y otras 2 letras. Sin embargo, en el último tiempo, comenzaron a verse vehículos nuevos en circulación sin estas placas visibles, y aunque parezca una infracción, no lo es. En realidad, la medida responde a una situación particular que está atravesando el sistema de patentamiento argentino y que obligó al Estado a implementar soluciones provisorias.
Al mismo tiempo, hay autos que están exentos de pagar la patente. Nuevamente, lejos de tratarse de una irregularidad, esto corresponde a distintas normas provinciales que contemplan excepciones para determinados vehículos.
¿Por qué hay autos que circulan sin patente?
Si prestamos atención al momento de circular por la calle, podemos apreciar que hay determinados vehículos que disponen de un cartel de papel pegado en el parabrisas y otro en la luneta. Estos cuentan con una serie de números y letras que sirven de identificación para los agentes de tránsito y oficiales de policía, y son patentes provisorias.
La falta de placas metálicas comenzó a hacerse evidente en 2023, pero se agravó durante 2024 debido a una combinación de factores administrativos y políticos. En primer lugar, la Casa de la Moneda, el organismo estatal encargado de fabricar las chapas, fue intervenida durante seis meses por lo que se interrumpió su capacidad operativa.
Por otro lado, las reformas impulsadas por el gobierno de Javier Milei afectaron directamente al sistema de registros automotores. En un intento por desburocratizar el sistema, 136 establecimientos en todo el país fueron cerrados y se suspendió la apertura de otros 12.
Y aunque estos cambios buscan mayor eficiencia, también generaron desajustes en la operatoria diaria de los registros. Es por eso, que para evitar demoras en la entrega de vehículos nuevos, la DNRPA autorizó que se puedan inscribir sin tener la chapa física. En estos casos, el auto recibe una patente provisoria en papel, con un código alfanumérico en letras rojas que se coloca en el parabrisas y en la luneta trasera. Este documento tiene validez legal por 180 días, con posibilidad de renovación, y se complementa con la entrega del título digital y la cédula verde.
Además, se habilitó la salida del país con esta patente provisoria a países limítrofes, siempre que el conductor cuente con un certificado adicional que acredite el dominio del vehículo, disponible a través de la app “Mi Argentina”.
¿Quiénes no deberán pagar la patente?
En nuestro país, y dependiendo la normativa de cada provincia y jurisdicción argentina, hay ciertos vehículos que, por antigüedad o características especiales, quedan exentos de pagar la patente todos los meses, como son los autos fabricados hace más de 25 años. En 2025, esto incluye a los modelos del año 2000 o anteriores.
Este beneficio también alcanza a los autos eléctricos, como parte de los incentivos para promover la movilidad sustentable, y a los vehículos adaptados para personas con discapacidad. Estos últimos pueden quedar liberados del pago solo si están registrados en el sistema.
Además, están los autos históricos: modelos con más de 30 años, conservados en buen estado y que suelen tener un uso recreativo. Si están inscriptos, pueden acceder a una exención o pagar una tarifa reducida, dependiendo del distrito.