El Presidente prepara el veto de la reforma jubilatoria mientras enfrenta las tensiones dentro de La Libertad Avanza. No tiene previsto viajes al exterior
El gobierno de Javier Milei pasa estas horas por una crisis interna ante las diferencias dentro de La Libertad Avanza; la salida del bloque de una diputada; el fracaso legislativo por los fondos de la Side y los jubilados, y las peleas con la vicepresidenta Victoria Villarruel.
Se trata de un combo bastante difícil de disipar luego de que Victoria Villarruel haya armado su propio acto por el Día del Terrorismo y anunció la reapertura de las causas contra los montoneros. No había nadie del Poder Ejecutivo sentado aplaudiendo la iniciativa. En la Casa Rosada la apuntan también como la responsable de la visita de los diputados oficialistas a los genocidas en la cárcel de Ezeiza.
El Gobierno ya no oculta las diferencias con Villarruel a quien señalan “con una agenda propia” diferenciada de la Presidencia. Los roces internos incluso la llevó a ausentarse de la reunión de gabinete la semana pasada en la Casa Rosada luego de justificar “una agenda complicada de actividades” en el Senado.
A las complicaciones con la vicepresidenta se sumó la abrupta salida del bloque de La Libertad Avanza de Dolores Arrieta, la diputada mendocina que visitó la cárcel de Ezeiza y denunció a un compañero por violencia de género. La legisladora se adelantó a que la echaran y se armó un monobloque. En Balcarce 50 buscaron despegarse de la polémica y dejaron el escándalo en manos del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem.
En medio de las tensiones internas, Milei volvió a cenar anoche con el ex presidente Mauricio Macri en la Quinta de Olivos. El jueves pasado ya se habían reunido horas después de que el bloque del PRO rechazara el DNU de la Side.
La agenda presidencial está abocada a definir la redacción del veto total a la reforma jubilatoria que se conocerá en los próximos días. Este es otro de los mayores problemas que enfrenta el Ejecutivo ante el costo político que puede generar dar marcha atrás con a la aprobación de la ley y el freno que puede volver a ponerle el Congreso.
Otro de los traspiés fue el rechazo de Diputados a los gastos reservados de la Side. El dinero sigue ejecutándose mientras se espera que sea volteado también por el Senado, quien ahora dilató una semana el tratamiento.
El Presidente no tiene previsto ningún viaje al exterior por el momento. La semana pasada suspendió la gira a México para participar de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC). Desde el entorno presidencial confirmaron que esta semana no dará discursos ni participará de actos públicos. “No hay actividad pública hasta la semana que viene. No hay agenda pública del Presidente”, confirmaron las mismas fuentes. Ayer tampoco hubo reunión de gabinete en la Casa Rosada.