Una ola de calor azota a Italia, con picos de 48 grados de temperatura. La situación obligó a los funcionarios a reunirse y resolver los apagones
Los funcionarios de Italia se reunieron este lunes para enfrentar los problemas de desabastecimiento de agua y cortes de luz que afectan a centenares de miles de sicilianos a raíz de la ola de calor con temperaturas que superan los 45 grados.
El ministro de Protección civil, Nello Musumeci, organizó esta reunión en Catania (Sicilia) ubicada en el este de la isla, ya que el alcalde local afirmó que la ciudad “estaba de rodillas” tras los cortes de electricidad iniciados la semana pasada.
Las oleadas de calor que afectaron el sur de Europa la semana pasada continúan en Sicilia, donde la protección civil de Catania anunció ayer una temperatura de 47,6 grados.
Catania y sus alrededores fueron afectados por los cortes que dejaron sin electricidad a unas 500.000 personas, según indicó el portavoz de la municipalidad.
Apagones en Sicilia por ola de calor extremo
La empresa E-distribuzione, filial del gigante energético italiano Enel que controla la distribución de electricidad en Catania, señaló en un comunicado que los daños a los cables enterrados se deben a la humedad y a que “la temperatura del asfalto es ardiente y se acerca desde hace semanas a los 50 grados”.
Los cortes de electricidad causaron cortes en el suministro de agua para unas 200.000 a 300.000 personas, precisó el gerente de la red hídrica Sidra, y agregó que esta mañana se solucionó el problema.
Incendios forestales afectan a región italiana de Calabria
En varias zonas de Calabria, la parte más meridional de la península italiana, se produjeron incendios en bosques y vegetación después de que las temperaturas subieran la semana pasada.
Los equipos de bomberos de las regiones de Campania y Lacio, así como de la ciudad siciliana de Mesina, tuvieron que intervenir.
En tanto, en la isla griega de Rodas, miles de turistas y residentes huyeron de un incendio forestal y muchos fueron evacuados de las playas en embarcaciones privadas mientras las llamas amenazaban complejos turísticos y pueblos costeros.
