El expresidente brasileño, quien regresó al país tras tres meses recluido en EEUU, testificará ante la Policía Federal en Brasilia junto con otras nueve personas implicadas en el caso de contrabando
El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, declarará este jueves por un posible caso de contrabando de joyas provenientes de Arabia Saudita durante su mandato.
Desde que se conoció el intento de contrabando, tanto la política como la justicia brasileña investigan una posible vinculación del regalo del gobierno de Arabia Saudita con la privatización de la refinería Landulpho Alves, ubicada en Bahía, la cual fue adquirida por el fondo soberano de Emiratos Árabes Unidos, Mubadala Capital.
El exmandatario recibió en octubre de 2021 una gran cantidad de joyas por parte de las autoridades sauditas, entre las que destacan “un collar, un anillo, un reloj y un par de pendientes de diamantes”, todos regalos para quien era en ese momento la primera dama, Michelle Bolsonaro.
El líder del Partido Liberal (PL), quien regresó a tierras brasileñas después de permanecer casi tres meses recluido en EEUU, entregó este martes, por orden del Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU), el tercer juego de joyas que recibió como regalo en 2019 por parte del reino de Arabia Saudita, valorado en más de 90.000 dólares y en el que estaba incluido un Rolex de oro con incrustaciones.
Bolsonaro testificará ante la policía
Se espera que el dirigente de ultraderecha brinde declaraciones ante la Policía Federal el próximo jueves junto con otras nueve personas que testificarán de manera presencial y simultánea en la sede del organismo de seguridad en Brasilia. Las indagatorias se llevarán a cabo al mismo tiempo con el objetivo de evitar estrategias conjuntas entre los implicados.
Además de Bolsonaro, prestarán declaración el ayudante de órdenes del exmandatario (2019-2022), el coronel Mauro Cid, el asesor del exgobernante, Marcelo Camara, y el exjefe de la Hacienda Federal, Julio César Vieira Gomes.
El pasado 14 de marzo, el exministro de Minas y Energía, Bento Albuquerque, declaró ante la Policía Federal y señaló que las joyas eran un regalo del Gobierno saudita para el Estado brasileño y no presente personal.
Las joyas están valuadas en más de €3.000.000 y parte de ellas fueron confiscadas por el Impuesto de Sociedades de Personas Físicas. Bolsonaro, por su parte, negó cualquier tipo de irregularidad en el caso.