Con el nuevo sistema del Banco Central para las exportaciones, el Gobierno espera que las cerealeras ingresen alrededor de u$s1.000 millones en los próximos días para aumentar las reservas internacionales. En lo que va de agosto el sector liquidó poco más de u$s1.700 millones
Ayer comenzó a regir formalmente el sistema para impulsar el ingreso de agrodólares, autorizado por el Banco Central, con el cual el Gobierno y las principales empresas agroexportadoras acordaron traer cerca de US$ 1.000 millones para engrosar las reservas internacionales del BCRA.
El sistema contempla que las cerealeras coloquen los dólares en los bancos en cuentas especiales para anticipos y prefinanciación de exportaciones y, al mismo tiempo, permite a las entidades financieras comprarle al Banco Central una nota en dólares remunerada, con la cual podrán costear un retorno para las exportadoras mientras estas mantengan el depósito.
“Informamos que las primeras operaciones de cuentas especiales y corresponsales en dólares para prefinanciaciones y anticipos basadas en las últimas circulares del Banco Central han tenido un balance positivo”, anunció ayer a través de Twitter el Centro Exportador de Cereales (CEC), que reúne a las principales cerealeras argentinas.
Aunque indicó que “si bien aún se encuentran ciertos inconvenientes en los bancos para abrir las cuentas especiales en dólares, este esquema va a continuar siendo utilizado por los exportadores en el futuro”.
El Banco Central publicó el pasado 5 de agosto la nueva normativa -Comunicaciones “A” 7574 y 7570- con las que habilitó a los exportadores de cereales que adelanten exportaciones por más de US$ 100 millones a traer esos dólares al país y a no liquidarlos por pesos en el plazo vigente (cinco días) sino a dejarlos por hasta 180 días en dólares en los bancos.
Además, la medida habilita a los bancos a que suscriban una letra en dólares especial para bancos (NODO) para que entreguen esos dólares al Central para fortalecer e incrementar las reservas en el corto plazo.
Los títulos pagarán un rendimiento al vencimiento del mismo por encima del costo de la tasa utilizada para tomar créditos en el exterior (hoy, en torno al 2,3% en dólares).
El ministro de Economía, Sergio Massa, había adelantado esta medida dentro de su “hoja de ruta” al asumir su mandato a principios de agosto, con el objetivo del Gobierno de que las cerealeras anticipen exportaciones por, al menos, unos US$ 1.000 millones en los próximos días.
“Se estima a priori que el flujo de las próximas semanas podría implicar un monto cercano a mil millones de dólares, hasta tanto evaluar el ritmo de venta de los productores”, adelantó el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y del Centro Exportador de Cereales (CIARA-CEC), Gustavo Idigoras, una semana atrás.
En ese sentido, señaló que “históricamente se tomaba créditos con bancos del extranjero o anticipos para exportar y se ingresaba a las cuentas para que a los cinco días el BCRA transformara esa posición de divisas en pesos al tipo de cambio oficial”.
“Las modificaciones actuales permiten a los exportadores mantener sus divisas hasta un máximo de 180 días. En caso de hacerlo en cuentas especiales en dólares en el país, el sistema bancario ofrecería una tasa para cubrir el costo de esa prefinanciación en el exterior”, puntualizó Idigoras.
Tras el encuentro con la Mesa de Enlace del martes pasado el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo sostuvo en declaraciones radiales: “Necesitamos que los productores liquiden, se necesita el ingreso de divisas también para mantener en actividad todo lo que es la industria de la molienda y tenemos que trabajar en un escenario en el cual generar las condiciones para que ellos liquiden”.
En esa línea señaló que desde la Secretaría de Agricultura continúan trabajando junto al BCRA para simplificar el “dólar soja” y facilitar su acceso a los productores agropecuarios que están dispuestos a vender la soja que aún conservan en sus silos. Por lo que, además, se espera un relanzamiento de esa medida con algunas mejoras puntuales, pero no un nuevo incentivo para el sector primario.
