Se lanzó la campaña presidencial de Lula en Argentina

La candidatura de Luiz Inácio Lula da Silva a presidente de Brasil es oficial, estará acompañado por Geraldo Alckmin (ex gobernador del Estado de San Pablo) como candidato a vicepresidente. En Buenos Aires, distintas organizaciones populares se reunieron con el núcleo de campaña del Partido dos Trabalhadores (PT) en Argentina, con Guilherme Boulos y Juliano Medeiros

 

 

En nuestro país se espera convocar a 12 mil brasileñas y brasileños que votarán en las diferentes provincias, de los cuales el 70% son mujeres. Guilherme Boulos, precandidato a diputado federal y Coordinador del Movimiento de Trabajadores Sin Techo (MTST) y del Frente Pueblo Sin Miedo; junto a Juliano Medeiros, presidente del PSOL realizaron una ronda de debate con movimientos sociales y sindicales en la sede del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBa) en la que profundizaron acerca de los desafíos de cara a las elecciones y después de ellas.

El intercambio giró en torno a las posibilidades reales de obtener una victoria electoral y de los desafíos que a partir de allí se abren en una nueva etapa de progresismos en la región. En este sentido las organizaciones compartieron las dificultades que atraviesa Argentina frente al condicionamiento de los organismos internacionales como el FMI y las grandes empresas concentradas que especulan, desatan olas inflacionarias y amenazan con un nuevo proceso devaluatorio, acorralando al gobierno nacional.

Pensando en el día después de la elección Boulos planteó que “por las características actuales, no basta ganar la elección, por eso el esfuerzo para vencer en la primera vuelta, porque Bolsonaro amenaza diariamente con cuestionar el sistema electoral. En términos ideológico para cohesionar a sus partidarios y en concreto llamó para el 7 de septiembre a una gran movilización de los suyos para denunciar fraude y cuestionar porque sabe que la mayor perspectiva es que sea derrotado”.

“Entonces hay un riesgo real de que ganemos pero que se espere una situación de caos social en Brasil. Es muy difícil que las fuerzas armadas hagan un golpe tradicional pero Bolsonaro tiene sus fuerzas políticas armadas y las moviliza para crear una situación de miedo, de inseguridad, de caos político. Hace pocos días un compañero del PT fue asesinado en su casa durante su cumpleaños, frente a toda su familia, por un bolsonarista porque el tema de la fiesta era Lula. Entonces la violencia política va a tener una escalada”, remarcó.

Durante el encuentro analizaron que “la situación de Bolsonaro es mucho peor de lo que era antes de la pandemia, ha ganado en 2018 capitalizando un sentimiento de rechazo a la política con discursos de odio y después de tres años en el gobierno la situación económica se agravó, el hambre es muy fuerte y también la desocupación”.

Las elecciones se llevarán a cabo el 2 de octubre y “la perspectiva es ganar en la primera vuelta, hay posibilidades reales de que sea así porque el rechazo a Bolsonaro es muy fuerte. La primera batalla es derrotarlo electoralmente y también instalar un número de diputados progresistas y de la izquierda que sea mayor, porque hoy el Congreso Nacional está tomado por la derecha. Si votamos a Lula pero no cambiamos el perfil del Congreso, vamos a sacar a Bolsonaro pero no a cambiar la agenda”, agregó.

Al mismo tiempo enfatizó en la necesidad de realizar una campaña “movilizada” para construir  un margen amplio que pueda “enflaquecer el discurso golpista de Bolsonaro”.

En este sentido, y pensando en lo que vendría después de la victoria, Boulos dijo que “si ganamos y asumimos vamos a enfrentar a un país destruido, económica, política e institucionalmente en una situación muy crítica. Y Lula ha hecho una alianza, para aislar a Bolsonaro en la extrema derecha, muy amplia. Retomar un ciclo progresista después de un gobierno de derecha es complejo, ustedes lo están viviendo ahora, habrá que superar los problemas y las dificultades de una segunda ola progresista en el continente”.

En nuestro país se espera convocar a 12 mil brasileñas y brasileños que votarán en las diferentes provincias, de los cuales el 70% son mujeres. Guilherme Boulos, precandidato a diputado federal y Coordinador del Movimiento de Trabajadores Sin Techo (MTST) y del Frente Pueblo Sin Miedo; junto a Juliano Medeiros, presidente del PSOL realizaron una ronda de debate con movimientos sociales y sindicales en la sede del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBa) en la que profundizaron acerca de los desafíos de cara a las elecciones y después de ellas.

El intercambio giró en torno a las posibilidades reales de obtener una victoria electoral y de los desafíos que a partir de allí se abren en una nueva etapa de progresismos en la región. En este sentido las organizaciones compartieron las dificultades que atraviesa Argentina frente al condicionamiento de los organismos internacionales como el FMI y las grandes empresas concentradas que especulan, desatan olas inflacionarias y amenazan con un nuevo proceso devaluatorio, acorralando al gobierno nacional.

Pensando en el día después de la elección Boulos planteó que “por las características actuales, no basta ganar la elección, por eso el esfuerzo para vencer en la primera vuelta, porque Bolsonaro amenaza diariamente con cuestionar el sistema electoral. En términos ideológico para cohesionar a sus partidarios y en concreto llamó para el 7 de septiembre a una gran movilización de los suyos para denunciar fraude y cuestionar porque sabe que la mayor perspectiva es que sea derrotado”.

“Entonces hay un riesgo real de que ganemos pero que se espere una situación de caos social en Brasil. Es muy difícil que las fuerzas armadas hagan un golpe tradicional pero Bolsonaro tiene sus fuerzas políticas armadas y las moviliza para crear una situación de miedo, de inseguridad, de caos político. Hace pocos días un compañero del PT fue asesinado en su casa durante su cumpleaños, frente a toda su familia, por un bolsonarista porque el tema de la fiesta era Lula. Entonces la violencia política va a tener una escalada”, remarcó.

Durante el encuentro analizaron que “la situación de Bolsonaro es mucho peor de lo que era antes de la pandemia, ha ganado en 2018 capitalizando un sentimiento de rechazo a la política con discursos de odio y después de tres años en el gobierno la situación económica se agravó, el hambre es muy fuerte y también la desocupación”.

Las elecciones se llevarán a cabo el 2 de octubre y “la perspectiva es ganar en la primera vuelta, hay posibilidades reales de que sea así porque el rechazo a Bolsonaro es muy fuerte. La primera batalla es derrotarlo electoralmente y también instalar un número de diputados progresistas y de la izquierda que sea mayor, porque hoy el Congreso Nacional está tomado por la derecha. Si votamos a Lula pero no cambiamos el perfil del Congreso, vamos a sacar a Bolsonaro pero no a cambiar la agenda”, agregó.

Al mismo tiempo enfatizó en la necesidad de realizar una campaña “movilizada” para construir  un margen amplio que pueda “enflaquecer el discurso golpista de Bolsonaro”.

En este sentido, y pensando en lo que vendría después de la victoria, Boulos dijo que “si ganamos y asumimos vamos a enfrentar a un país destruido, económica, política e institucionalmente en una situación muy crítica. Y Lula ha hecho una alianza, para aislar a Bolsonaro en la extrema derecha, muy amplia. Retomar un ciclo progresista después de un gobierno de derecha es complejo, ustedes lo están viviendo ahora, habrá que superar los problemas y las dificultades de una segunda ola progresista en el continente”.

Para lograr cambios profundos serán necesarias “la movilización popular, la unidad política y la solidaridad internacionalista. La esperanza va a ganarle al miedo”, concluyó.

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