El cuadro “Shot sage blue Marilyn” se subastó en 195 millones de dólares en la casa de remates londinense Christie’s, y superó a Les Femmes d’Alger, de Pablo Picasso. Los fondos recaudados serán destinados a fines filantrópicos. La noción de apropación de la obra, la clave de su enorme valor
“Un artista es alguien que crea cosas que la gente no necesita tener”, decía Andy Warhol, uno de los artistas más reconocidos del siglo pasado y responsable del icónico retrato pop de la actriz Marilyn Monroe. Y aunque, según él, a su creación no la necesita nadie, este lunes se pagaron 195 millones de dólares por “Shot sage blue Marilyn”, y si bien no se vendió en 200 millones de dólares, se transformó en la obra más cara del siglo XX.
El cuadro de un metro por un metro fue pintado por Warhol en 1964, dos años después de la muerte de la legendaria estrella de Hollywood, a partir de una fotografía suya. Era propiedad de la Fundación Thomas y Doris Ammann, con sede en Zúrich, y fue subastada en la famosa casa Christie’s, en busca de recaudar fondos “para mejorar la vida de los niños de todo el mundo con programas dedicados a la salud y la educación”.
La imagen de Marilyn Monroe se volvió mundialmente famosa ya que, después de su creación, se recreó después en otras cuatro versiones con diferentes colores, reproducidas posteriormente a gran escala y destinadas a la venta al público en general. “La reproducción masiva del retrato de Warhol contribuyó a que esa imagen se introdujera en nuestras mentes, en nuestro inconsciente”, señaló Bernard Bistene, director honorario del Museo Nacional de Arte Moderno del Centro Pompidou de París, a La Stampa.
“Consiguió captar la parte más fascinante de Marilyn para todos los espectadores, para todos y cada uno de nosotros”, dijo, por su parte, Alex Rotter, presidente del departamento del siglo XX de Christie’s. Para él, la obra está al nivel de la Venus de Botticelli y la Mona Lisa de Leonardo da Vinci. “Mi idea de un buen cuadro es aquel que enfoca a una persona famosa”, declaró Warhol. Si la Venus, la Mona Lisa y su Marilyn son buenos cuadros, entonces el artista no estaba equivocado.
La venta del cuadro de Marilyn Monroe
Según señaló la casa de subastas londinense, “es el cuadro más importante del siglo XX que se ha vendido en subasta en una generación”. “Con el 100% de la venta de un solo cuadro destinado a una organización benéfica, será también la subasta más importante con fines filantrópicos desde las de 2018 de la colección de Peggy y David Rockefeller”, recordó Christie’s.
Según la leyenda, las cuatro obras Shot Marilyns, de las que forma parte “Shot sage blue Marilyn”, recibieron su nombre después de que una mujer que preguntó al artista si podía fotografiarlas disparara posteriormente los cuadros con una pistola. Según Georg Frei, presidente de la Fundación Ammann, “ciertamente la imagen de Marilyn de Warhol es más famosa hoy en día que la fotografía original de la película Niágara de Henry Hathaway. El espectacular retrato diferencia a la persona de la estrella, y en este nuevo milenio su poder visual sigue intacto”.
¿Por qué es tan valioso?
Según comentó Blake Gopnik, crítico de arte, al podcast de Marketplace, no es “innovadora” porque “Warhol ya había hecho sus Marilyns dos años antes”. En cambio, “importa mucho porque en virtud de ser un recauchutado, fue una apropiación en primer lugar. Y eso es lo que realmente importa a Warhol, esta noción de apropiación”.
En este sentido, Gopnik explicó que “la apropiación está en el corazón de toda la noción occidental de las bellas artes”. “Comienza alrededor de 1500, cuando un montón de gente dijo: ‘¿Conoces esos cuadros religiosos, esos retablos maravillosos que son para agradar a Dios? ¿Qué tal si los sacamos del contexto religioso y solo los miramos porque estamos interesados en ellos, queremos hablar de ellos, no podemos entenderlos?’ De eso se tratan las bellas artes”, sostuvo.
“Por lo tanto, comienza desde el principio de la tradición occidental moderna y se trata de apropiación. Y eso es a lo que Warhol se aferra y lo convierte en el corazón de toda su práctica como artista. Y eso es lo que lo hace más que su tema, más que todos los clichés sobre el arte pop”, concluyó.
Un ranking mundial del sector del arte detalló que hasta ahora el récord absoluto de una venta en subasta lo tiene el Salvator Mundi de Leonardo da Vinci, que alcanzó 450,3 millones de dólares en Christie’s de Nueva York en noviembre de 2017. En cuanto a las obras del siglo pasado, “Shot sage blue Marilyn” de Andy Warhol se transformó en la más cara (195 millones de dólares). Detrás quedó Les Femmes d’Alger de Pablo Picasso (179,4 millones de dólares, mayo de 2015), seguida por Desnudo recostado de Amedeo Modigliani (170,4 millones de dólares, noviembre de 2015).
A pesar de la pandemia de Covid-19 que ha puesto al mundo de rodillas, el mercado del arte nunca ha gozado de tan buena salud y Nueva York está registrando un récord de ventas, sobre todo entre los compradores asiáticos, cada vez más jóvenes.