Una docena de gobernadores plantearon su preocupación por las demoras del gobierno a la hora de tomar definiciones necesarias. Ingresos, inflación y la dinámica política del oficialismo, al frente de la agenda
Doce gobernadores de todo el espectro peronista se reunieron la semana pasada para unificar posiciones ante lo que consideran una falta de reacción del gobierno nacional. Se plantearon una serie de cuestiones que tomarían la forma de un documento en una segunda cita, que iba a realizarse mañana. Luego de que el encuentro se hiciera público, el presidente Alberto Fernández intervino personalmente, hablando con varios de los protagonistas para calmar las aguas.
El encuentro
El encuentro reservado fue convocado por los gobernadores Axel Kicillof, Gildo Insfrán, Jorge Capitanich y Gerardo Zamora, pero la convocatoria fue importante y reunió a doce mandatarios. El encuentro se produjo después que los gobernadores fueran a la Casa Rosada a reunirse con el ministro del Interior, Wado de Pedro, que los convocó para discutir sobre la pelea por la coparticipación que el Gobierno tiene con Rodríguez Larreta. Fue por la tarde y acordaron mantener una reserva. La introducción estuvo a cargo de Capitanich, que explicó cómo iba a impactar en las provincias la falta de Presupuesto y su reemplazo por un DNU que está redactando Guzmán y que contendrá el ajuste acordado con el Fondo. Uno de los puntos que más preocupa a los gobernadores. La cumbre se gestó para tratar de coordinar una respuesta frente a la crisis en la que está metido el Gobierno y analizar cuál será el escenario una vez que se empiece a implementar el ajuste acordado con el FMI. La introducción estuvo a cargo de Capitanich, que explicó cómo iba a impactar en las provincias la falta de Presupuesto y su reemplazo por un DNU que está redactando Guzmán y que contendrá el ajuste acordado con el Fondo.
Se debatió una agenda de exigencias para llevarle al Presidente y se acordó que sean Capitanich e Insfrán los encargados de reunirse con Alberto para transmitirle la posición del grupo. Los puntos urgentes tenían que ver con rearmar el gabinete, definir un programa antiinflacionario, dejar establecido en el DNU del Presupuesto 2022 las obras públicas en las provincias y armar la mesa política del Frente de Todos. Llamó la atención que no hayan participado el entrerriano Gustavo Bordet y el tucumano José Jaldo, acaso porque se trata de dos de los gobernadores peronistas más cercanos a Alberto Fernández. Entre los presentes ademas de los mencionados estuvieron el pampeano Sergio Ziliotto, el sanjuanino Sergio Uñac, el chubutence Mario Arcioni, el catamarqueño Raúl Jalil, el santafesino Omar Perotti, la santacruceña Alicia Kirchner y el misionero Oscar Herrera Aguad.
En tanto el segundo encuentro que iba a ser hoy se suspendió, tras los llamados del propio Alberto Fernández –con el objetivo de encarrilar los reclamos por las vías institucionales- a los distintos gobernadores partícipes del encuentro, excepto a Capitanich y Schiaretti quienes se reunieron la semana pasada para conversar a solas en las oficinas del cordobés. De hecho, este último luego de la cumbre del CFI armó otro encuentro de opositores moderados. Allí fueron, los radicales Gerardo Morales y Angel Rozas y los peronistas no oficialistas Florencio Randazzo, Graciela Camaño, Rogelio Frigerio y Emilio Monzó.
Consejo Federal de Inversiones
El edificio del Consejo Federal de Inversiones, en la calle San Martín, es la sede de esta clase de encuentros entre ejecutivos provinciales desde que comenzaron, durante la presidencia interina de Eduardo Duhalde. Desde entonces, cada vez que un gobierno padece turbulencias, reviven los planes de una Liga de Gobernadores Peronistas como polo de poder territorial. Empero los proyectos de construcción horizontal entre los caciques nunca prosperaron, porque las coincidencias en las necesidades y propósitos de un grupo tan variopinto de dirigentes políticos son escasas y circunstanciales mientras que sus aspiraciones entran en conflicto directo. En general, tan rápido como se activa en las emergencias, la Liga vuelve a entrar en letargo en cuanto la alarma queda atrás o aparece una opción superadora.