Debido a la aparición de la nueva variante del coronavirus, Ómicron, en Brasil, la ciudad de Río de Janeiro exigirá, desde este jueves, presentar el certificado de vacunación en bares, restaurantes y shoppings, y San Pablo canceló la flexibilización del uso del tapabocas en sitios abiertos y la fiesta de fuegos artificiales de fin de año
La detección en Brasil de esta semana de los tres primeros casos de la nueva cepa, fue el argumento para un nuevo decreto del intendente de Río de Janeiro, Eduardo Paes, de cara al aluvión de turistas nacionales y extranjeros que se preparan para llegar en el verano a la Ciudad Maravillosa.
A partir de este mes de diciembre, Río de Janeiro exigirá el comprobante de la vacuna contra el coronavirus para poder ingresar en bares y restaurantes, discotecas, casas de show y espectáculos y eventos en general, hoteles, posadas y alquiler por temporada, peluquerías y salones de belleza y para tomar taxis y Uber. También se lo exigirá en centros comerciales, gimnasios, clubes, cines teatros, museos, exposiciones, parques de diversiones y atracciones turísticas.
En la ciudad de San Pablo, el secretario de Salud, Edson Aparecido, anunció la cancelación de la fiesta de fuegos artificiales y shows de Año Nuevo prevista en la Avenida Paulista, tradicional arteria que reúne a unas 2 millones de personas en ese evento. Otra medida que tomó el estado homónimo es continuar con el uso obligatorio de barbijos en lugares abiertos.
Los tres casos de la nueva variante Ómicron se registraron en San Pablo en pasajeros provenientes de Etiopía y Sudáfrica. Se trata de los primeros casos en América Latina, lo que pone en alerta a la región por futuros casos de esta nueva variante, que podría ser inmune a las vacunas ya conocidas.