Tras varios meses sin presencia de los fieles en el Vaticano, regresó la actividad presencial en el Patio San Dámaso
Luego de seis meses sin la presencia de los creyentes en las auditorías del Vaticano, el papa Francisco retomó la actividad presencial frente a las 300 personas que participaron de la audiencia general en el Patio San Dámaso.
A raíz de la pandemia del coronavirus, se restringieron todo tipo de actividades religiosas ya que significan un gran riesgo de aglomeración en espacios cerrados y al aire libre. Con la llegada de las vacunas y la inmunización parcial en Italia, Francisco pudo encontrarse nuevamente cara a cara con los fieles de la Iglesia.
Durante el periodo en el cual estaban prohibidas estas reuniones, las audiencias se hicieron en la Biblioteca Privada del Palacio Apostólico, con televisación por streaming. “No es agradable hablar ante la nada o ante una cámara”, manifestó el sumo pontífice ante cientos de personas distanciadas y con tapabocas. Él mismo se mostró muy contento de retomar la presencialidad y agregó que ver a cada uno le daba placer.
La última audiencia general con público que dictó Francisco, había sido el 28 de octubre en el Aula Pablo VI del Vaticano cuya capacidad almacenaba hasta 6 mil personas, mientras que en la última, el número de fieles se redujo significativamente por el riesgo sanitario.
En septiembre y octubre del 2020 hubo un intento de realizarlas con público, en esa oportunidad desde el patio interno y con una multitud limitada de 500 personas, aun así tuvo que suspenderlas de nuevo por la segunda ola de contagios que azotó a Italia.
El papa aprovecho el espacio de la presencialidad para saludar a un bebé, firmar libros, recibir regalos y para conversar con algunos niños que le dedicaron dibujos durante la audiencia celebrada en el interior del palacio apostólico. A demás saludó a los fieles polacos para recordar el 40 aniversario del atentado contra el pontífice de ese país, Juan Pablo II, del 13 de mayo de 1981.
A lo largo del encuentro, Francisco fue aplaudido y aclamado por el público que gritaba: ¡Papa Francisco, estamos contigo!”.
