El precio de la carne bovina en los mostradores de las carnicerías registró incrementos en los últimos días y esta semana podrían generarse nuevas subas, en un escenario con dos actores bien diferenciados. Por un lado, el Gobierno nacional busca frenar la escalada inflacionaria en productos de primera necesidad, mientras que eslabones intermedios de la comercialización bovina incrementan sus ganancias, en un contexto de incertidumbre de la población sobre el abastecimiento de alimentos
Para explicar esta situación, desde la cadena de comercialización bovina destacan dos factores. En primer término, el precio de la hacienda en pie en el Mercado de Liniers exhibe una tónica alcista, pese a que la entrada de bovinos en este mercado concentrador es la habitual. Esta situación empezó a evidenciarse durante el paro del campo, pero una vez que se normalizaron los ingresos a Liniers, los aumentos en las categorías de consumo fueron moneda corriente.
El otro factor que presiona sobre las pizarras de las carnicerías es que las curtiembres no aceptan el cuero de los frigoríficos, que con ese dinero cubren parte de sus costos. Esta postura de no recibir este sobrante de la faena genera un hueco en la rentabilidad de los frigoríficos, pero también un problema medioambiental.
Desde los distintos eslabones que componen la cadena bovina, coinciden en asegurar que el abastecimiento de carne para los próximos días está asegurado, pero no existe una postura unificada sobre un tema sensible como el precio de venta en los mostradores. Como muestra, mientras que el ingreso al mercado del barrio de Mataderos entre el 16 y 20 de marzo totalizó 34.451 cabezas, se registró un precio récord en un lote de novillitos de 344 kilos, por el que se pagó $117 el kilo.
Esta situación generó controversias en las ventas de Liniers, al punto que operadores habituales del mercado se negaron a convalidar esos precios, al entender que corresponden a maniobras especulativas. “En este momento de crisis, se aprovechan de todo”, señaló un comprador que conoce muy bien el negocio. Las autoridades del mercado ganadero se limitaron a señalar en declaraciones periodísticas que las ventas serán de forma particular y que se tomaron los recaudos necesarios para evitar el contagio del coronavirus.
El presidente de la Cámara de Industria y Comercio de Carnes y Derivados (CICCRA), Miguel Schiariti, afirmó que “en principio está garantizado el abastecimiento” de carne vacuna a la población, pero redobló la apuesta y vaticinó que habrá una sobreoferta de producto, que se traducirá en una baja de los precios en los puntos de venta. En cambio, otros operadores del negocio frigorífico estimaron que si bien es posible una mayor oferta, es poco probable que haya rebajas.