El diputado Daniel Lipovetzky aseguró que “si las fuerzas armadas ‘recomiendan’ la renuncia de un presidente elegido democráticamente es un golpe de Estado”, y reclamó que se aplique “la Carta Democrática Interamericana de la OEA”, y que la organización intervenga para garantizar la institucionalidad en Bolivia
Por su parte, el diputado radical Mario Negri repudió la “intromisión militar en la vida política de Bolivia”. “Esto es sólo compatible con golpes de Estado. La crisis actual se resuelve con el regreso de la institucionalidad, convocando a elecciones limpias y transparentes, tal como lo ha señalado la OEA”.
El radicalismo porteño se expresó en la misma línea, mientras que la diputada de la Coalición Cívica Paula Oliveto sostuvo que “los militares deben respetar las instituciones de la democracia y al pueblo de Bolivia”.