¿Preocupación? En 2050, habrá más jubilados que trabajadores

Según la OCDE, el mundo por venir tendrá más tercera edad que trabajadores activos

Un nuevo informe mundial sugiere que habrá “más pensionados que mano de obra disponible para el mundo laboral, escenario que podría ocurrir hacia 2050 en los países desarrollados, lo que se presume como una crisis de riesgo inevitable y muy preocupante”. El envejecimiento de la población, al menos en el mercado europeo, abre la necesidad urgente a la búsqueda de soluciones.

Aunque la variable principal no debería basarse en extender la edad de jubilación, como creen muchos especialistas, por ejemplo en Alemania, “la idea es centrarse en la calidad de trabajo, la flexibilidad y la formación continua, en dirección fundamentalmente al terreno digital y nuevas tecnologías, incluso para los mayores de 50 años”.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ya comenzó a analizar esto en el último Infore Working Better with Age, es decir, “Trabajar mejor con el avance de la edad”, reporte presentado en Tokio por el responsable de la entidad en Empleo, Trabajo y Asuntos Sociales, Stefano Scarpetta. Según el organismo, sobre la base de los planes de pensiones actuales, el número de personas inactivas mayores de 50 años o los pensionistas que tendrán que ser apoyados por los trabajadores podrían aumentar en alrededor del 40%, llegando al área 58 de cada 100, al menos en las zonas de influencias de la OCDE.

Sin embargo -detalla ANSA- en Italia, Grecia y Polonia, para 2050 el riesgo es de una relación de uno a uno o incluso muchas más personas de más de 50 años fuera del mundo del trabajo, por lo cual el objetivo debe ser el de “promover un envejecimiento activo”, señaló la OCDE. Hasta la hecha, la decisión de muchos países de elevar la edad de jubilación no arribó, al menos hasta ahora, a resultados concretos.

De hecho, la edad real de la salida del mercado laboral es incluso más baja hoy en comparación con hace 30 años, “no solo por la falta de incentivos para continuar trabajando en la vejez, sino también por la renuencia de empleadores para contratar y retener trabajadores de edad avanzada”. Ante esto, la Organización exige que se invierta la lógica: mayor flexibilidad en el horario y mejores condiciones de trabajo en general.

Por citar un ejemplo: las extensas jornadas de trabajo, según explica la organización, “puede disuadir a algunas personas de edad a trabajar y evitaría que algunas mujeres dedicadas a cuidar a sus niños abandonen sus carreras profesionales. Una mejor calidad de vida permitiría, asimismo, un trabajo más continuo y prolongado a lo largo de los años”.

De esta manera, según los expertos, la flexibilidad es la gran cuestión de ese problema, por ello ya hay quienes apuntan a invertir las bajas tasas de natalidad, incentivando con bonos y recompensas mayores la llegada de los bebés a las familias. Así, con más nacimientos habrá más mano de obra joven en el futuro y se equilibraría la ecuación jubilados-trabajadores.

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