Gobierno alista “plan B” en caso de fallas en el escaneo de telegramas para el escrutinio provisorio

Logística de Correo Argentino estará lista para envío manual hacia centros de digitalización de contingencia. Será si surgen problemas de conectividad o rotura de equipos. Planteos ante la Cámara Electoral, atenta a desarrollo del tema

Las chances de que se produzca fraude electoral en Argentina que permita alterar un resultado definitivo a gran escala son nulas. El proceso de verificación manual, con intervención humana, y la cantidad de documentación de respaldo para compulsar convierten al sistema de votación argentino en tan primitivo como confiable. Sin embargo, el debut de un nuevo mecanismo de escaneo anticipado de telegramas para el conteo provisorio -con fines informativos y sin valor legal- empezó a encender alarmas en la oposición y entre expertos informáticos que asistieron a los simulacros de trasmisión que se hicieron con miras a las PASO, con resultados dispares. Tanto es así que el Gobierno alista un “Plan B” en caso de que pueda existir una falla de conectividad digital que impida que los telegramas sean transmitidos desde los centros de votación como estaba previsto precisamente para agilizar la carga de datos.

Para eso se prepara un operativo con personal del Correo Argentino que deberá acudir en auxilio de fallas y activar el protocolo anterior a la implementación del sistema: el traslado manual de los telegramas hasta otros centros digitales. Ya existe un déficit de alrededor de 4.000 (de 15.000) centros de votación que por su ubicación geográfica no poseen conectividad para el procedimiento de transmisión nuevo. Pero además, el Gobierno dispondrá de 1.000 centros digitales del Correo habilitados para recibir los telegramas de las escuelas que no puedan transmitirlos por alguna falla y que también servirán como backup en caso de una contingencia. En 2015, fueron 215 con lo que el aumento de locaciones es sensiblemente superior. Si en una escuela falla la transmisión, se activa con personal de Correo el plan de contingencia y los telegramas se envían al centro más próximo al que quede “offline”. Es por si ocurre algo similar al primer simulacro donde por problemas de conectividad a los servidores el resultado de la prueba despertó todo tipo de críticas hacia la Dirección Nacional Electoral y tendió dudas sobre la empresa, debutante tanto a nivel local como en fase de “prueba” del software a ser aplicado. Fuentes oficiales se mostraron conformes con el tercer simulacro: informaron que comenzó a las 9 y a las 14 se habían transmitido con éxito 94.706 telegramas: 69.221 desde 9.131 establecimientos de votación y el resto desde las 1.106 sucursales digitales del Correo por contingencias. De todas formas, expertos informáticos pusieron en duda que informalmente se reconociera que a esta altura el software continúe siendo adaptado y que no haya sido revelado su código fuente para ser auditado por los partidos, algo que sí debe gatillar la Justicia electoral para que cada fuerza pueda tener certeza sobre su programación. La discusión (que en el Gobierno niegan) es que ya estén incumplidos los plazos establecidos por la Cámara Nacional Electoral (CNE) que en 2017 estableció que el código deberá estar disponible 30 días antes de la elección. La ausencia de plazos para su diseño definitivo inevitablemente colaboró para la sensación de improvisación sobre los datos que se conocerán la noche de los comicios. El kirchnerismo duro apuntó a un “fraude mediático” en ciernes. Las actas de votación confeccionadas por las autoridades de mesa, los certificados idénticos al conteo de cada urna que obtienen los fiscales partidarios y la rigurosidad de los apoderados a la hora del conteo definitivo voto a voto impiden extender las sospechas.

Mientras tanto, la CNE se mantiene atenta durante la feria: apoderados del PJ y de otras fuerzas hicieron presentaciones formales ante el máximo órgano de contralor de las elecciones para que intervenga y supervise las tareas de la empresa Smartmatic que ganó la licitación tanto para la transmisión como para el conteo provisorio. Los jueces son prudentes porque el proceso de escrutinio provisorio no está dentro de su órbita. A excepción de que se demuestre que puede alterar las funciones de alguna autoridad de mesa, puede que se mantengan ajenos a la controversia. Una dulce venganza de la CNE que hace dos años había reclamado para sí tener a cargo el conteo provisorio y había sido ignorada por la Casa Rosada, todavía envalentonada con promover el voto electrónico. De todas formas, estarán expectantes ante los escritos que comenzaron a apilarse durante la feria.

La otra duda que persiste es que durante el escaneo del telegrama la imagen aparece en formato .TIFF que es la característica, pero a los operadores de carga les llega transformado en .PNG (otro formato de digitalización). Smartmatic deslindó cualquier explicación en la DINE y desde fuentes oficiales rechazan que sea un punto bajo sospecha. Y afirman que hubo auditoría de Deloitte. Sin embargo, si el software está en etapa de perfeccionamiento, ¿qué versión fue la que se auditó?

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