Gobierno de Brasil autoriza el uso de 51 agrotóxicos e impone nuevo récord

El Ministerio aseguró que son medidas para reducir la burocracia de los registros

El Ministerio de Agricultura de Brasil autorizó hoy el uso de 51 nuevos agrotóxicos y alcanzó así el total de 290 productos en el año, según información de la organización ecologista no gubernamental Greenpeace. Con esta cifra, el total de plagicidas autorizados supera los 229 liberados en el mismo período de 2018, año en que Brasil impuso el récord en la autorización de agrotóxicos autorizados, con 422.

El Diario Oficial de la Unión publicó este lunes la lista de los 51 nuevos productos liberados en la que figuran siete que tienen sulfoxaflor como principio activo, sustancia que según algunas investigaciones resulta perjudicial para los enjambres de abejas. Las otras 44 son genéricos que utilizan el mismo principio activo de plaguicidas originales ya autorizados anteriormente en Brasil. A su vez, el Parlamento solicitó la comparecencia de la ministra de Agricultura, Tereza Cristina da Costa Dias.

Greenpeace asegura que Bolsonaro se propone “inundar de veneno” a Brasil. De hecho, la organización detalló que de los 290 productos liberados por el gobierno de Jair Bolsonaro, 32 tienen prohibido su uso en la Unión Europea. Además, la organización precisó que un 41% de ese total debería ser considerado “tóxico” o “altamente tóxico”. En 2017 se autorizaron 405 nuevos pesticidas en Brasil; 277, en 2016 y al menos 139 en 2015.

Por otra parte, el Ministerio de Agricultura de Brasil atribuyó la velocidad en la liberación de los pesticidas como una medida para acabar con la “burocracia” reinante en los procesos de registro y regulación. El Ministerio insiste en que solo busca ofrecer a los agricultores “alternativas de control más eficaces y con menor impacto al medio ambiente y a la salud humana”. Además, argumentan que a pesar del aumento, la venta de estos productos ha caído durante los últimos años.

“El hecho de que existan más marcas disponibles en el mercado no significa que el uso de este tipo de productos en el campo vaya a aumentar. Lo que determina el consumo es la existencia o no de plagas, enfermedades o plantas dañinas. Los agricultores quieren usarlos menos en sus plantaciones pues los defensivos son caros y representan el 30% de los costos de producción”, sostiene el Ministerio.

Sin embargo, Greenpeace argumenta que el elevado número de plaguicidas permitidos responde a una decisión de Bolsonaro de entregar el control del Ministerio de Agricultura a los representantes de los grandes agricultores, por haberlo apoyado durante las elecciones del octubre pasado. “Podemos producir sin agrotóxicos, en equilibrio con el medio ambiente y respetando la salud de las personas. Pero las decisiones del gobierno sobre el asunto ignoran esto y ponen al pueblo brasileño en riesgo”, expresó Iran Magno, director de la campaña de Greenpeace para la Alimentación y la Agricultura.

Ya personas de otros sectores habían manifestado anteriormente su preocupación ante el acelerado ritmo de aprobación de pesticidas entre ellos Gerson Teixeira, expresidente de la Asociación Brasileña de Reforma Agraria (ABRA) pues está comprobado que quienes se exponen a estos pesticidas pueden padecer molestos síntomas y con el paso del tiempo enfrentarse a enfermedades respiratorias, entre otras que también son consideradas crónicas.

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