Sin transportes, el Gobierno sufrió el paro más contundente durante su gestión

Los gremios dejaron de lado las diferencias para la medida de fuerza

Desde la mística sindical aún prudente para sostener a media voz que “un paro no es un fin en sí mismo”, la contundencia de la sexta huelga general a la administración Cambiemos fue elocuente. Para el día después a la medida de fuerza resalta que, aún en división vigente, el movimiento obrero repudió el modelo económico. En esa acción el movimiento obrero dejó también en claro que la senda inmediata y a futuro está signada por el FMI. La medida de fuerza fue la más contundente de las realizadas a la actual gestión, especialmente por la adhesión de los gremios del transporte.

Uno de los jefes de Azopardo Héctor Daer resumió que “un sector mayoritario del pueblo argentino se sumó a la convocatoria de la CGT para reclamar medidas urgentes de rectificación de las políticas económicas que destruyen la economía”. En similares conceptos se pronunciaron desde el Frente Sindical (Fresimona), las CTA, los movimientos sociales y los dirigentes sindicales enrolados en la izquierda siempre en previo aviso de que “la CGT no los representa”. Daer evaluó incluso el tópico de que la solución a la crisis es política a la hora de responder los dardos del Ejecutivo que, en molde clásico, definieron la medida de fuerza como “politizada”. Incluso no ocultó su adhesión a la fórmula Fernández/Fernández para acotar que “cuando dicen lo que le costó al país el paro en pesos omiten también mensurar los millones de dólares que en pérdida significaron los gruesos errores de la política económica”.

El Fresimona desde Sergio Palazzo y Omar Plaini anticipó que reclamarán a la CGT la continuidad de un plan de lucha, en sintonía con los fundamentos que semblanteó la cúpula de Azopardo. Por la misma senda el titular del bloque de transportistas Juan Schmid advirtió que el Ejecutivo está obligado a tomar nota con absoluta seriedad tras la huelga ya que “cuando hay paro general significa el fracaso de la política y el diálogo”. Con localía en la sede de Camioneros Hugo Moyano también versó sobre temas puntuales que sufren los trabajadores e ironizó “todavía hay que aclarar que estos paros no se hacen por capricho de los dirigentes sino por necesidad” y advirtió que “las paritarias tienen que superar la inflación”.

Si de transportes se trata ese bloque fogoneó en el seno cegetista la moción por decretar la huelga con incidencia clave de los colectiveros de la UTA y la Fraternidad, a la cual se sumaron gremios industriales como Textiles y la UOM. Tampoco fue un dato menor que el jefe de la Unión Ferroviaria Sergio Sasia integrara ayer la mesa de Azopardo que analizó el alcance de la huelga. El titular de la UF no venía participando de ese núcleo y explicó que son tiempos de transitar unidad, “por más complicado que sea”.

Dentro de testimonios más que gráficos el titular de ATE y referente de la CTA Autónoma Hugo “Cachorro” Godoy le dejó a este diario una perspectiva a futuro cierto: “Este paro, las ollas populares, la movilización y la lucha que viene tienen directa referencia a lo que el FMI exige como acreedor a este gobierno o los que sucederán, más ajuste y flexibilización, precarización del empleo conviene tener claro el foco”.

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