¿Por qué el papa Francisco pidió rezar por la Argentina?

El papa Francisco no viene a la Argentina pero sí la recuerda con evocaciones, como ayer, que hizo un recuerdo de la Virgen de Luján de su país y convocó a los fieles a orar «por la Argentina» durante la audiencia general en la Santa Sede en el Vaticano. «Hoy en mi Patria se celebra la solemnidad de Nuestra Señora de Luján. Rezamos todos juntos por la Argentina», convocó el pontífice

Así, ante los fieles en la Plaza San Pedro durante la audiencia general y tras un intenso viaje de tres días que le permitió encontrar las autoridades y comunidades cristianas de Bulgaria y Macedonia del Norte, Francisco señaló: «Anoche regresé de mi viaje apostólico a Bulgaria y Macedonia del Norte, y deseo agradecer a todos por la acogida que me han dispensado en estos días».

También, el papa escuchó los testimonios de hombres y mujeres consagrados a quienes les dijo: «Frente a la magnitud de los problemas del mundo actual, les he invitado a no desanimarse recordándoles cómo un poco de levadura puede transformar toda la masa. Es el misterio de la Eucaristía, semilla de vida nueva para toda la humanidad».

Por último, al finalizar la Audiencia saludó a los peregrinos de lengua española provenientes de España y América Latina, a quienes convocó a que «dejemos que la alegría de la presencia de Cristo resucitado llene nuestra vida de fe, esperanza y caridad». Y volvió a referirse a sus orígenes en el sur de América Latina, tal como lo recordó cuando fue elegido papa.

«En mi tierra natal, se celebra la solemnidad de Nuestra Señora de Luján. Recemos todos juntos por la Argentina», pidió, y recordó a la beata María de la Concepción Cabrera, madre de familia, que testimonió el valor salvífico de la Cruz de Cristo, en México. También a los peregrinos franceses recordó la figura de Jean Vanier, fallecido ayer: «Un gran hombre de la Iglesia. Trabajó para los más pobres, para los más descartados, incluso para aquellos que fueron condenados a muerte en el vientre de su madre. A veces se intenta convencer a los padres a echarlos y a no dejarlos nacer».

Puertas abiertas

En tanto, como parte de su alocución, el Sumo Pontífice aseguró que «la Iglesia debe hacer suyos los problemas de sus fieles y debe aprender a ser una Iglesia-familia-comunidad que acoge, escucha y acompaña». En el encuentro con la comunidad católica en Rakovsky, añadió que «la Iglesia es madre, vive y hace suyos los problemas de sus hijos, no ofreciendo respuestas en paquetes, una madre no da respuestas en paquetes».

Y continuó: «Esta Iglesia busca caminos de vida, de reconciliación. La institución debe ser una casa de puertas abiertas, siguiendo la senda de los santos Cirillo y Metodio», apóstoles que fueron eslavos y a los que recordó en varias oportunidades desde su arribo a Bulgaria. Además, Bergoglio sostuvo que la Iglesia necesita «saber ser audaz y creativa para preguntarse cómo se puede traducir de manera concreta y comprensible a las jóvenes generaciones el amor que Dios tiene para nosotros».

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