Brasil, armado hasta los dientes: el decreto de Bolsonaro

En un giro cada vez más vertiginoso hacia la derecha más violenta, los camioneros y los políticos en Brasil podrán portar armas en la vía pública, incluso en el Parlamento, de acuerdo al nuevo y controvertido decreto firmado por el presidente Jair Bolsonaro, publicado en el Diario Oficial de la Unión

El decreto conocido en las últimas horas de ayer en parte fue una sorpresa porque originalmente el propio presidente en Palacio del Planalto había indicado que esto sólo alcanzaría a coleccionadores de armas, tiradores profesionales y cazadores. Pero no fue así. La nueva versión autoriza a que el presidente de la República, vicepresidente, gobernadores, senadores, diputados y alcaldes puedan trasladarse con armas.

Incluso, también se contempla a periodistas que realizan cobertura de hechos policiales, abogados y agentes de inteligencia entre otros grupos. Y se eliminan una serie de requisitos para la autorización de la portación previstos en la legislación actual, es decir, se flexibilizan las condiciones para poder armarse, escenario que Estados Unidos acoge desde hace mucho tiempo.

Según la resolución presidencial, quedan obsoletos los 50 cartuchos que se podía vender a cada propietario de un arma porque desde ahora se podrán vender hasta mil cartuchos. Bolsonaro, un hombre muy cercano a las armas de fuego, ya había dicho en la campaña presidencial que iba a hacer cambios en la materia.

«Como el pueblo decidió con ocasión del referéndum de 2005, para garantizarles ese legítimo derecho a la defensa, yo, como presidente, voy a usar esta arma. Infelizmente, en la época, el Gobierno (de Luiz Inácio Lula da Silva) se valió de decretos y normas para negar ese derecho que la sociedad había reclamado en el referendo», indicó el presidente.

Mano dura

En el primer trimestre del año, Río de Janeiro rompió su propia marca de muertos a manos de efectivos. La cifra es de mínimo cinco muertes por día durante este 2019, números que reflejan la política de Jair Bolsonaro en un estado gobernado por Wilson Witzel, aliado del presidente, quien había prometido tolerancia cero contra los criminales.

Los datos oficiales indican que las fuerzas policialesmataron 434 personas en enfrentamientos con delincuentes. Aunque sí se redujo la cifra de homicidios por parte de los criminales, ahora la situación recae en los efectivos provinciales. En años anteriores, los números de los primeros tres meses arrojaban una cifra de casi un centenar menos de personas asesinadas por esta razón.

Witsel, exfusilero de la marina, quien está en la gobernación desde enero, fue elegido por su política contra el crimen organizado, además de que tiene los mismos lineamientos políticos que Bolsonaro. Según los datos del Instituo de Seguridad Pública de Brasil (ISP), el aumento fue de 17,9%. En comparación con el 2018, la cifra de muertos en manos policiales fue de 368.

Related posts