El costo de mantener un auto subió hasta 51% durante el año pasado, más de tres puntos por encima del IPC. El dato se desprende de un informe que publicó ayer el Observatorio de Políticas Públicas de la Undav, que advierte sobre el traslado de la devaluación y el aumento de tarifas a la canasta automotor
Según el estudio, en 2018, las familias vieron subir 51% el costo de mantener un auto de gama baja. Para un vehículo de gama media el alza fue del 48,6% y para uno de gama alta, del 47,3%. Los mayores aumentos se dieron en el peaje de zonas urbanas (63,5%) y el combustible (56,9%). Por debajo de la inflación general, se ubicaron la VTV (43%) y el estacionamiento (37,1%).
Por el impacto de la suba del dólar en los insumos importados y la espiralización inflacionaria, el precio de las unidades 0 KM, según datos de la cartera de Producción, se disparó en promedio 81,6% en 2018. Contra diciembre de 2015, la suba llega al 185%.
“En este escenario, la industria transita un contexto de merma en su nivel de actividad. Caen las exportaciones, la producción consolidó en enero su quinta caída consecutiva, hace ocho meses que bajan los patentamientos y las ventas a concesionarios ya acumulan nueve meses en rojo”, concluye la Undav.