La emisión de deuda externa de Cambiemos alcanzó niveles récord en tan sólo tres años y totalizó u$s269.000 millones. Su endeudamiento superó, en ese breve período, al de las décadas menemista y kirchnerista. Por eso el déficit fiscal total del 2018, a pesar del fuerte ajuste, supera al del 2015 (5,2% contra 5,1%). Y por eso el FMI espera que la cuenta corriente externa siga en negativo constante. Por la carga de intereses, que no permite cerrar las cuentas
“En tan solo tres años, Cambiemos emitió más deuda que en toda la década que duró la Convertibilidad y casi el doble que en los últimos 10 años del kirchnerismo”, afirmó el informe del Observatorio de la Deuda del Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala (ITE-FGA).
Una discusión interesante entre economistas surgió en Twitter. El director de Consultora Ledesma, Gabriel Caamaño Gómez, hizo una consideración importante respecto a la comparación de los déficit fiscales del 2015 y el 2018, que muestran un empeoramiento en el margen hasta un rojo de 5,2% del PBI. Sostuvo que, si no se quería seguir emitiendo dinero, había dos caminos: o acelerar el ajuste fiscal o endeudarse. Es decir, que resaltar cómo el déficit total creció a pesar de que el primario se achicó, por la mayor carga de intereses, resultaba una simplificación incorrecta.
En ese sentido, las opciones, si se da por hecho que el déficit fiscal tenía que ser reducido, parecían ser un ajuste más radical o mantener el financiamiento vía emisión y sumarle el endeudamiento pero en niveles menores.
El economista del ITE-FGA Juan Manuel Telechea opinó que los resultados muestran que la estrategia elegida por Cambiemos no fue la correcta: “En la actualidad el PBI es más bajo y la inflación es mucho más alta que en 2015, con el agregado de u$s150.000 M que la próxima gestión tendrá que enfrentar en materia de vencimientos”. Caamaño coincidió en que la crisis por balanza de pagos es “resultado del fracaso del esquema de política económica”.