El multimillonario Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la Anses se vio afectado por la corrida cambiaria y perdió un tercio de su valor medido en dólares entre enero y fin de agosto, según se desprende del informe enviado al Congreso por parte de la jefatura de Gabinete. De acuerdo al documento, antes de comenzar septiembre el FGS sumaba casi u$s42.000 millones, lo cual equivale a un retroceso de más de u$s20.000 millones en relación al que tenía cuando comenzó el 2018, comiéndose así los u$s8.827 millones de ganancia obtenida en 2017, cuando había subido 16%
A principios de año, el fondo de los jubilados había llegado a más de u$s64.000 millones, pero tras el derrumbe que sufrieron los activos financieros argentinos ese monto fue cayendo mes a mes: al cierre de mayo ya estaba en u$s54.500 millones y a fin de julio en u$s51.412 millones. Pero sin dudas el peor golpe lo recibió en agosto, cuando el dólar saltó 10 pesos de $30 a $40, pulverizando en 30 días casi u$s10.000 millones del FGS, que finalizó el mes en u$s41.960 millones.
Este fondo manejado por la Anses fue conformado por los bonos y acciones que estaban en manos de las AFJP al momento de su estatización. Al 31 de agosto, el 63% estaba invertido en títulos públicos, por unos u$s26.384 millones, y un 13% en acciones de sociedades anónimas, por casi u$s5.500 millones.
Los proyectos productivos ocuparon el tercer lugar, al sumar u$s3.204 millones, mientras que se destinaron u$s1.723 en préstamos a provincias, otros u$s1.473 millones en créditos para beneficiarios del sistema previsional argentino (SIPA) y otros u$s924 millones para beneficiarios “no SIPA”. También mantenía u$s900 millones en títulos emitidos por entes estatales, u$s798 millones en plazos fijos, y u$s565 millones en Fondos Comunes de inversión.
A lo largo del año, las suscripciones a estos instrumentos financieros sumaron $8.220 millones, aunque el informe presentado por el jefe de Gabinete Marcos Peña no precisa si ya fueron rescatados, qué rentabilidad arrojaron o la comisión pagada a las sociedades gerentes.
El más llamativo es el que realizó por $46 millones al SBS Acciones Argentinas Clase B que, como reveló en ese entonces BAE Negocios, es manejado por la firma SBS que dirigía Gustavo Cañonero antes de convertirse en vicepresidente del Banco Central, cuando Luis Caputo reemplazó a Federico Sturzenegger.
No fue la primera polémica por el manejo del dinero al borde del conflicto de interés: el ex ministro de Finanzas y ahora ex titular del BCRA ya había quedado en el ojo de la tormenta cuando la Anses suscribió las Lebac del Central por medio de Axis, la firma en la que se desempeñaba antes de convertirse en funcionario, en diciembre de 2015.
Por otro lado, el FGS suscribió $140 millones al fondo Alpha Mega Clase A, del banco ICBC, y $184 millones y $350 millones en el Superfondo Renta Variable clase B y Clase D, respectivamente, que gerencia el Santander Río. Además, invirtió $7.480 millones en dos fondos del banco Nación, $10 millones en el Convexity IOL Acciones y otros $10 millones en el Toronto Trust Multimercado.